Las investigaciones no descansan
Las nuevas formas de predecir el Alzheimer, la experimentación de nuevos medicamentos y el reciente panorama de la investigación han proporcionado esperanzas para quienes padecen la enfermedad, y para sus seres queridos.
La Asociación del Alzheimer explica que es un tipo de demencia que causa problemas con la memoria, el pensamiento y el comportamiento. Los síntomas aparecen de a poco y empeoran con el tiempo, hasta convertirse en lo suficientemente graves como para interferir con las tareas diarias.
Una simple prueba de sangre, desarrollada por científicos puede predecir si el Alzheimer se manifestará en los tres años siguientes. El test, que ayudaría a lograr tratamientos tempranos, todavía debe pasar otras pruebas clínicas.
Un estudio sueco reveló que los biomarcadores en el líquido cefalorraquídeo, la beta-amiloide y las proteínas tau sufren cambios característicos 5 a 10 años antes de la aparición del Alzheimer, un descubrimiento también prometedor para la predicción y su tratamiento. El Alzheimer es la sexta causa principal de muerte. Más de 5 millones de personas viven con la enfermedad, y 1 de cada 3 adultos mayores muere padeciendo ésta u otra demencia, informa la Asociación de Alzheimer.
De acuerdo con un estudio de la Universidad de Dalhousie, la falta de sueño, la somnolencia diurna y la necesidad de tener frecuentes siestas pueden ser una señal precoz de esta afección.
Aunque el mayor factor de riesgo conocido es la edad avanzada, y la mayoría de las personas que sufren Alzheimer son mayores de 65 años, la realidad es que hasta el 5% de las personas con la enfermedad manifiestan síntomas tempranos, que aparecen a menudo cuando se está entre los 40 o 50 años. A principios de este año, un estudio publicado en la revista PLOS ONE confirmó que las personas que tienen familiares con Alzheimer son más propensos a mostrar una acumulación temprana de reveladores de biomarcadores cefalorraquídeos, incluso si se ven saludables.
Un estudio reveló que los altos niveles de colesterol LDL (lipoproteínas de baja densidad), en particular pueden causar interrupciones en el cromosoma 21 que conducen a la enfermedad de Alzheimer.
La experiencia de cada persona con la enfermedad es diferente. Aún así, algunos de los signos son comunes por ejemplo: pérdida de memoria, dificultad para encontrar palabras, desorientación general, dificultad para tomar decisiones, así como cambios en el comportamiento y la personalidad.
Estudios recientes arrojaron que el extracto de té verde y polifenoles del cacao proporcionan un efecto protector contra la formación de placas de beta-amiloide en el cerebro.
Si platicas con tu médico acerca de los problemas de memoria, el puede comprobar tus habilidades de lenguaje, los medicamentos que tomas y tu resolución de problemas. A veces, un escáner cerebral puede ayudar a determinar si los problemas de memoria son signos del Alzheimer.
El exceso de estas proteínas contribuye a la degeneración cognitiva y a la demencia. Un estudio revelado en la publicación Neuron de abril de 2013 informó que los niveles de proteínas están vinculados a 4 genes diferentes, 3 de los cuales están relacionados con la enfermedad. Retardar la progresión de la enfermedad, manejar los síntomas; como problemas de comportamiento, confusión y dificultad para dormir, cambiar el entorno del hogar para que la persona pueda realizar mejor las actividades diarias y apoyo a la familia.
Un estudio publicado en el sitio de ACS Chemical Neuroscience reveló que una sustancia llamada oleocanthal, que se encuentra en el aceite de oliva extra virgen, ayuda a estimular la producción de proteínas y enzimas clave que ayudan a quitar los beta-amiloides en el cerebro, que causan Alzheimer.
Éstas podrían ser la pérdida de la función muscular que impide mover las articulaciones, alguna infección del tracto urinario, caídas y fracturas de huesos, comportamientos dañinos o violentos y la pérdida de la capacidad para desempeñarse o cuidar de uno mismo. En las personas que poseen una predisposición genética a la enfermedad, la hipertensión no controlada puede conducir a niveles mucho más altos de amiloide, y por lo tanto un mayor riesgo de desarrollar Alzheimer.
Ensayos clínicos han demostrado que un medicamento llamado ORM-12741 puede mejorar los problemas relacionados con la memoria en pacientes que ya reciben tratamiento para el Alzheimer. Después de 3 meses se obtuvieron mejores resultados en la prueba.
Aunque no existe una forma comprobada de prevenirla, sí hay prácticas que puedes incorporar en tu rutina diaria, por ejemplo: consumir una dieta baja en grasa, comer pescado de aguas frías, reducir la ingesta de margarina y productos lácteos, y mantenerte mental y socialmente activo.
