El perro que se ve en las imágenes murió el pasado 22 de diciembre tras ser atropellado en una calle de la ciudad china de Yinchuan y su compañero permaneció junto a él a pesar de las bajísimas temperaturas, que llegaron a los 13 grados bajo cero.
Cuando los vecinos del lugar vieron la escena apelaron a colocar un banco para que los vehículos los vean y frenen al llegar al lugar. Luego de varios días, otros habitantes de la zona decidieron enterrar al animal muerto en un parque cercano y hasta ese lugar lo acompañó su amigo fiel.