La economía de Estados Unidos no está creciendo lo suficiente como para esperar que el problema de desempleo se pueda resolver en el corto plazo.
De acuerdo con el último informe del Departamento de Comercio, el crecimiento del producto interno bruto (PIB) de EE.UU. fue de 2.2% en el primer trimestre de 2012, lo que muestra una clara desaceleración frente al último trimestre de 2011 cuando el PIB creció 3%.
El menor ritmo de crecimiento de la economía se debe principalmente a que hay un freno en la inversión de las empresas. La inversión de las empresas tuvo una caída del 2.1% en el primer trimestre. Esto indica que el ritmo de recuperación que se experimentó el año pasado se frenó.
En el último trimestre de 2011 la inversión empresarial había crecido 5.2% y por ello se estaba empezando a percibir una recuperación en la generación de empleo.
Desafortunadamente, las cosas parecen estar cambiando y ahora lo que se percibe es que la economía ha vuelto a perder velocidad. La principal consecuencia se siente por el lado del empleo. Con un crecimiento anémico de solo 2.2% resultará muy difícil volver a la tasa de desempleo inferior a 8% que tenía EE.UU. antes de la crisis económica global.
Según investigaciones y leyes económicas a ampliamente conocidas, existe una alta correlación entre el crecimiento de la economía y el empleo. Cuando la economía cae se producen grandes aumentos en el desempleo como ocurrió entre 2008 y 2009. La economía entró en crisis y la tasa de desempleo se disparó al 9%.