Bueno amigos, mejor, porque hay amigos... y "amigos".
En fin, que de lo que se trata aquí es de determinar cómo son los buenos. Y la mejor forma es hacerlo con un ejemplo; las palabras poseen un gran valor; un valor que se ha ido perdiendo, pero que a pesar de todo conservan... en las mentes despiertas y responsables. Que NO es el caso de los "relamidos (.)".
Una persona iba desorientada por la calle embebida en su confusión, tratando de hallar la dirección que buscaba. Una mujer que venía en dirección contraria, le miró con desconfianza y, cuando el extraviado intentó hablarle, para solicitarle información, aceleró el paso con cara de vinagre.
El hombre se rascó la cabeza, confundido por la actitud de la dama, e intentó nuevamente con otras personas, hallándose con reacciones similares, incluso con voces ásperas de parte de algunos "muy machos"; ninguno le ayudó. ¿Qué hacer?
Era indudable que algo le hacía "extraño" para los lugareños. Entonces, al pasar frente a una vitrina, se vio reflejado: tenía el pello revuelto por el viento y facciones serias por la preocupación. Comprendió la razón de aquella gente para ser tan desconfiada; cosa rara (pensó con ironía), porque los criminales de HOY DÍA andan vestidos de "papa", "magistrado", "presidente de república", o "legislador"; y son los peores; un conjunto de mafiosos marca mayor, si no pregúnteles a "los de la pompa llamada "nobel (.)"".
Aquel hombre al final decidió depender de lo poco que sabía, y de lo poco o mucho que había aprovechado en sus años de escuela: leer las informaciones de orientación fijadas a la vista, exprofeso o no.
La decisión rindió sus réditos. Pronto estuvo en el lugar que buscaba.
Aquel HOMBRE, aquella persona poseía un carácter propio además, en la vida particular obraba de forma prudente. Pero ¿Cómo lo hacía? ¿Cómo era su vida como individuo?
El interior de la vivienda de esta persona era muy particular, especialmente en el mundo actual lleno de chécheres "tecnológicos (Know-How)" y demás sofisticadas morrallas: ¡había libros!
En las noches, o cuando estaba sólo en casa, acostumbraba tomar un libro cualquiera, escogido bajo una inquietud particular, y sentarse en silencio a leer; en él encontraba lo que la gente "amigable" NO le aportaba: consejo. Supo que SIEMPRE eran los mejores mentores que jamás puede hallarse.
Ahora bien, halle Ud. LA respuesta sobre lo que ES un amigo...