Buenos Aires, 24 de febrero 2017
Lo hacemos en defensa de todos los trabajadores hombres y mujeres, ocupados y desocupados, activos y jubilados, en blanco y en negro, de la ciudad o el campo, de la industria, el comercio o los servicios. También por las pymes industriales que se ven afectadas por una competencia desigual con productos importados y por los comerciantes acorralados por el ajuste y la caída del consumo.
Nos movilizamos para exigirle al gobierno que tome medidas urgentes para alcanzar “pobreza 0″ (Hasta aquí se trató de una mentira electoral. Las medidas económicas aumentaron la pobreza, que pasó del 29 al 34%. Una situación dramática para 16 millones de argentinos) También exigimos respeto a la institucionalidad (Muchas veces violentada a través de DNU) y ética pública (Que brilla por su ausencia) en el manejo del gobierno.
Por sobre todas las consideraciones situacionales; acompañamos estratégicamente porque sólo la Clase Trabajadora, en alianza con otros sectores de la vida nacional, puede resolver la profunda crisis existencial que vive la Argentina. La vive desde hace décadas y no pudieron resolverla gobiernos militares, radicales, justicialistas o liberales.
La Clase Trabajadora, con un Proyecto Nacional propio, con Objetivos Sociales claros, recuperando la Fuerza Moral que supo tener y una política de entendimiento amplia para constituir un Gobierno de Unidad Nacional, es el nuevo poder que necesitamos todos los argentinos.
El Socialismo se realiza en el protagonismo ético de la Clase Trabajadora. Nuestro rol desde el PSA es ayudar a que este objetivo se pueda realizar.
En mis observaciones n° 43, sobre la Revolución de Mayo, lo decía en estos términos:
¿Cuándo podremos cerrar el capítulo económico de la Revolución de Mayo? No lo sé. Pero podríamos retomar las palabras de Mariano Moreno y decir:
“…si los pueblos no se ilustran, si no se vulgarizan sus derechos y sus deberes, si cada hombre no conoce lo que vale, lo que puede y lo que se le debe; si el pueblo trabajador no toma en sus manos la producción de los bienes y servicios para la vida, es decir toma en sus manos su propio destino, si no ilumina desde el trabajo a toda la Nación; si no se asume con humildad como el mayor protagonista de la historia, acoplando a su mandato de libertad los bienes naturales, las empresas, la propiedad y el capital; nuevas ilusiones sucederán a las antiguas, y después de vacilar algún tiempo entre mil incertidumbres, será tal vez nuestra suerte cambiar los gobiernos, sin superar el vetusto y arcaico capitalismo neocolonial, que ha impedido que la mayoría social pudiera realizarse en plenitud y felicidad como lo soñaran los próceres de la Revolución de Mayo.”
Por la Liberación Social y Nacional, Viva la Clase Trabajadora.
El 7 de marzo firmes en la concentración convocada por la CGT.
Mario Mazzitelli – Secretario Gral Nacional del PSA