Como ex controlador de tránsito aéreo ATC, puedo visualizar la cadena interminable de errores imperdonables que se cometieron en este accidente, el FPL ó plan de vuelo que viene a ser como la partida de nacimiento de un vuelo, ya estuvo plagado de errores según la oficina de información de vuelo AIS de Santa Cruz, entre los más graves, no contenía dos aeródromos alternos como obliga la OACI, y principalmente la autonomía y combustible a bordo era igual a la distancia al aeródromo de destino, gravísimo error, ya que la aeronave debía tener conbustible para llegar a Medellín, volar luego a Bogotá,y luego a Calí si era necesario por cualquier circunstancia, y lo más grave la irresponsabilidad del capitán Quiroga comandante de la aeronave y a la par socio de la empresa Lamia, temiendo investigaciones posteriores y sanciones económicas desperdicia más de 9 preciosos minutos en espera sobre eL VOR de Rio Negro, sin declararse en emergencia, ya que si lo hacia a tiempo aterrizaba perfectamente en 5 a 6 minutos una vez declarada la emergencia, el control de aproximación despejaba inmediatamente el tránsito de los niveles inferiores y le daba rumbo directo a la pista, pero la irresponsable, inmoral y cobarde actitud del asesino ególatra comandante del Lamia formado en las filas militares con una mentalidad obtusa y aberrante ego le impidió hacer lo lógico y correcto, llevando a la muerte a decenas de inocentes victimas. Me parece que esto es apenas la punta del iceberg, de una red de corrupción que deberá ser velada por los organismos pertinentes incluido a la justicia penal, ya que se sabe que detrás de esta tragedia hay muchos sucios intereses económicos de instituciones que deberán sentarse en el banquillo de los acusados para responder tanta infamia concentrada en un solo vuelo a la muerte.