Nuestras creencias
La Orden nos permite entregar, respeto, justicia, lealtad, tolerancia, desarrollo cultural, críticas y halagos, pero siempre con sentimientos de perfección para que juntos podamos compartir y disfrutar de un espacio físico donde el Egregor positivo sea el gran centro de unión de todas aquellas cosas maravillosas que hasta ahora hemos vivido al amparo de Gran Arquitecto del Universo (GADU) que nos brinda su protección y grandeza.
Acorde con esto, hemos de ser Masones innovadores, buscadores de la verdad, paladines de la justicia, comprometidos con el prójimo, es decir, alguien que interroga al mundo, reforzando las virtudes de Fe, Esperanza y Caridad, sin desconocer los principios de Libertad, Igualdad y Fraternidad, que sin duda alguna son un poderoso impulso para nuestra praxis.
Cuando tomamos la decisión de crear la Gran Logia Autónoma de Chile, lo hicimos con el objetivo de proponer nuevos horizontes a nuestros conceptos y forma de vivir la masonería, desarrollando una masonería dinámica que conserva lo esencial de su pasado en un mundo actual que nos plantea nuevos y difíciles desafíos, los que estamos dispuestos a encarar con fuerza y vigor.
Nuestra formación y motivación es institucional, y en ese sentido es nuestra responsabilidad continuar con todas aquellas líneas de trabajo que están trazando el futuro de nuestra Obediencia y adicionar otras líneas de acción que consideramos necesarias para instituir un trabajo planificado tanto hacia el interior como al exterior de la Gran Logia Autónoma de Chile, recordando siempre que “Cuando el espíritu reina, no se necesita de leyes especiales que lo regulen”