En el pasado, los niños acostumbraban a distraerse jugando en el patio. Pero en nuestros días las cosas han cambiado, y lo común es que los niños pasen tardes enteras viendo sus programas favoritos en la televisión. Una rutina que según la psicóloga infanto-juvenil, Carla Domecq, sería perjudicial para el sano desarrollo de los menores de siete años.
En sus charlas “El sitio de tu recreo”, la psicóloga se ocupó de hacer comprender a los padres el daño que le hacen a sus hijos permitiéndoles el uso de dispositivos audiovisuales como los tablet o teléfonos inteligentes y, sobre todo, de la televisión.
“A esa edad las energías del niño están centradas en la exploración a través de sus miembros, manos, pies y sentidos (como si fuera un radar que capta todo lo que hay a su alrededor). Por eso es imprescindible desarrollar y hacer hincapié en actividades como el juego, que favorezcan esa actividad frente a otras en las que no estén utilizando sus miembros ni todos los sentidos, como la televisión (en la que sólo utilizan el sentido visual y el auditivo y de manera parcial)”
-Carla Domecq-
Entre los efectos nocivos que la televisión tiene en los menores de siete años se encuentran:
Sobrecarga del sistema nervioso central a través del sentido visual y auditivo, que interfieren en un desarrollo equilibrado.
Pierden la noción real del espacio y el tiempo, lo que provoca desconexión sobre cómo funciona el mundo.
Quita tiempo de juego, de exploración, y de comunicación con niños y adultos, que es en lo que más tienen que invertir cuando son pequeños.
Reciben mensajes que no son acordes con los valores de cada familia particular.
¿Pero por qué los niños están pasando tanto tiempo frente al televisor ?
“Actualmente las familias son muy nucleares: no cuentan con un apoyo más extenso de la familia, vecinos, comunidad educativa… que les ayude en la tarea del cuidado de los pequeños. Tampoco el mercado laboral permite que los horarios sean flexibles para que los padres y la gente que se ocupe de los niños se puedan repartir. El cansancio o estrés que arrastran los padres y madres en este contexto es grande y, por lo tanto, tener que organizar constantemente un plan para hacer con los hijos, implica un esfuerzo para el que no siempre hay energía”
-Carla Domecq-
En caso de que no quede otra opción que dejar a los niños viendo la televisión, lo ideal, según la psicóloga, es que lo hagan sólo desde los 4 años, y con un máximo de 20 minutos, tres veces a la semana. También advierte que es fundamental evitar las pantallas antes de acostarse y al levantarse, ya que en esos momentos todos, no sólo los niños, necesitan un momento de calma para activarse o desactivarse.
Los ipads u otras pantallas de tecnología audiovisual son más perjudiciales aún. Pero Domecq pone el foco en los televisores, porque en estos aparatos, los propios niños manejan los tiempos (de encendido, de apagado, para ir hacia delante, hacia atrás, etc), haciéndoles perder aún más el sentido de la realidad.
“Cuando son muy pequeños les da una sensación de inmediatez todavía mayor. Los pequeños hoy lo quieren todo ya; muestran una impaciencia por todo y este tipo de dispositivos contribuye a esa falsa sensación de realidad”
-Carla Domecq-
Fuente: www.upsocl.com