Finalmente el pueblo venezolano despertó y se enfrentó a los miedos que la dictadura quería sembrar en sus almas, para seguir manteniéndolos sojuzgados. Hoy el pueblo llanero se alza con la frente en alto y enarbolan la bandera de la dignidad y la unión. Viva Venezuela y sus valientes jóvenes y adultos que supieron abrir un camino para la libertad.