Las tecnologías de propulsión eléctricas son tan antiguas como las asociadas a combustibles fósiles. Sin embargo, debido a que las últimas resultaron más económicas según la versión oficial - y a los destinos de las inversiones para investigación muchas efectuadas por empresas petroleras o gobiernos relacionados a ellas- a comienzos del siglo pasado, los propulsores a combustión se impusieron en el mercado.
Hoy, debido a la escasez de crudo como razón económica- y al deterioro acelerado del medio ambiente como principal motivo de subsistencia humana-, las terminales automotrices avanzan en el desarrollo cada vez mayor aunque siempre más lento que lo necesario- de tecnologías limpias .
Prototipos y vehículos eléctricos que se comercializan en serie tienen cada vez más presencia en los mercados de Europa, Asia y Estados Unidos (aunque, en ese último país, con ventas muy escasas). En Sudamérica, su llegada es aún una incógnita. Sin embargo, se incrementa el debate sobre las posibilidades de esos vehículos e, incluso, se hicieron pruebas en campo en Brasil.
El primer auto 100% eléctrico que salió al mercado mundial, en 2010, fue el Nissan LEAF (cuyas siglas responden a Leading, Environmentally friendly, Affordable, Family car o, en castellano, auto familiar accesible, líder, amistoso con el medio ambiente). Ahora Renault, la compañía que mantiene una alianza internacional con la marca nipona aludida, firmó un acuerdo de cooperación con Qualcomm Incorporated, una de las empresas líderes en tecnologías 3G e inalámbricas, para efectuar estudios preliminares los autos Renault.
En 2011, Qualcomm había anunciado que este año realizaría ensayos de un sistema inalámbrico de carga de vehículos eléctricos denominado, en inglés, WEVC o Wireless Electric Vehicle Charging. Sus objetivos son evaluar la viabilidad comercial de los sistemas de carga inalámbricos y sumar experiencia práctica sobre los dispositivos. Con la firma del convenio, Renault colaborará en la investigación, que se efectúa en Londres.