alpicados por gotas provenientes de sus propias churrientas cagadas, los adueñados de los sistemas imperantes, desocupando sus intestinales excretas, pretenden que el resto de espectadores los limpien voluntariamente para mantener sus anos en función permanente, lo extraordinario de un hecho como éste es la numerosa cantidad de serviles humanos dispuestos a prestarles gratuitamente un servicio que aún siendo de índole personal vienen convirtiendo en natural y general.