on el planeta en llamas, por estar en manos de los más retrógrados de unas sociedades que han sido cooptadas por intereses personales, el mundo con derechos se habrá desvanecido frente a la mirada complaciente de la humanidad indiferente, padeciendo resignada con las consecuencias que se deriven de tanta indolencia social, luego, cuando todo esté perdido ya no habrá motivo ni tiempo de alegar, mucho menos protestar, pues la consumación de lo que estos simios locos pretenden será la realidad.