El microbiólogo ruso Dimitri Ivanovski (1864-1920) fue el primer científico en descubrir los virus, 1892.
En 1887 investigó una enfermedad que afectaba el tabaco; se manifestaba por la formación de un diseño en forma de mosaico sobre las hojas. La denominó contagium vivum fluidum.
En 1892 observó otra afección de las plantas del tabaco, y descubrió que ambas enfermedades estaban causadas por un agente microscópico capaz de impregnar los filtros de la porcelana, algo que las bacterias nunca podrían hacer. Ivanovski pensó que su filtro era imperfecto, y que el microorganismo había pasado a través de pequeños orificios existentes.
En 1895, el botánico Martinus Willem Beijerinck repitió el mismo experimento, sin presuponer que sus filtros fuesen imperfectos e insistió en que este microorganismo infeccioso era mucho más pequeño que las bacterias: lo llamó virus filtrable, reconociendo el papel de Ivanovski en el hallazgo.
Como virus es una palabra latina que significa "veneno", Beijerinck estaba simplemente llamándolo "veneno que pasa a través de un filtro".
Con la invención de la microscopía electrónica en 1931 por parte de los ingenieros alemanes Ernst Ruska y Max Knoll, se obtuvieron las primeras imágenes de virus.