Cual carcinoma, la humanidad contamina los principios naturales,
obre los cuales sustenta sus cimientos generales,
facilitando su destrucción, incluso su probable extinción,
dando entonces lugar al mayor padecimiento mortal que la evolución,
hasta ahora, haya reconocido,
pues nunca antes había surgido un ser capaz de producir
una enfermedad mental con la fuerza suficiente para hacer dudar al universo
de la incapacidad de sus esfuerzos por mutar hacia otras dimensiones,
donde la vida engendre situaciones ideales,
sustentadas sobre mejores sensaciones.