Ibrahim Hamato sufrió un grave accidente cuando tenía 10 años, como consecuencia de ello, le tuvieron que amputar ambos brazos.
Pero este trágico episodio en su vida, no le impidió convertirse en un apasionado del tenis de mesa. Hamato decidió ir más allá de sus limitaciones y desarrolló una estrategia para jugar ping pong: usar la boca.
“Tres años después de mi accidente, quería volver a jugar e intenté sostener la raqueta debajo del brazo pero no funcionó. Después de intentar varias opciones, me vi jugando con la boda”, explica el egipcio en el video.
Hoy en día es un deportista admirable gracias a su lucha y superación
Fuente: trome.pe