EL PERIODISMO EN AMÉRICA ANTE LAS AMENAZAS A LA LIBERTAD DE PRENSA, LOS ATAQUES EN LAS REDES SOCIALES, LOS SEUDOS PERIODISTAS Y LEVANTA NOTICIAS QUE MANCILLAN LA PROFESIÓN.
Se celebró recientemente en México la 72a Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), oportunidad en que quedó clara la sensibilidad de sus integrantes para abordar los diversos matices que enfrenta el ejercicio de la actividad periodística.
A lo largo de cinco días, los delegados debatieron temas diversos, como la situación particular de la libertad de prensa en los distintos ámbitos, el dramático y creciente impacto del narcotráfico, la muerte y la desaparición de periodistas, así como el arbitrario estilo de los estados populistas que directamente confiscan o expropian medios, amenazando e incluso atacando físicamente a sus propietarios, familiares o colaboradores y generando un marco de fragilidad y vulnerabilidad para el ejercicio del periodismo nunca hasta ahora alcanzado.
La apertura de este nuevo encuentro de la SIP contó con la presencia del presidente de México, Enrique Peña Nieto, quien, ante las amenazas a la liberta de prensa, reconoció la obligación de un Estado democrático de otorgar garantías y debida protección a los periodistas para ejercer su profesión.
Los informes presentados dieron cuenta de la realidad de países como Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Paraguay, Panamá y México, en los cuales los embates provienen en gran medida de narcotraficantes o de bandas criminales, pero en algunos casos también de las autoridades locales, nacionales o militares.
La asamblea alertó sobre los ataques y las presiones cibernéticas a sitios o redes sociales que, mediante cuentas o perfiles falsos, hackeos y páginas apócrifas, ponen en el tapete la creciente inseguridad mundial en la materia y de los seudos periodistas y levanta noticias que mancillan la profesión.
En este marco, la SIP propició una inédita alianza con el gigante Google para configurar un escudo virtual que brinde protección a las editoriales independientes en 18 países latinoamericanos, así como el desarrollo de plataformas para denunciar presiones y abusos al servicio de las víctimas.
Otro tema que inquietó profundamente a los presentes es el denominado "derecho al olvido" que propicia la desaparición de cualquier rastro digital sobre las más variadas cuestiones si la justicia lo ordena.
La cuestión se plantea a raíz de resoluciones judiciales de un tribunal europeo que han motorizado numerosas iniciativas de regulación en el Viejo Continente.
Las discusiones versaron sobre esta nueva y sutil forma de control que promueve la eliminación en los buscadores de contenidos ya publicados si la justicia determina que afectan la reputación de una persona o son inexactos, sin afectar las páginas en sí. Del análisis y el debate entre especialistas y técnicos surgió en el encuentro la recomendación de no legitimar lo que se interpreta como una novedosa y concreta forma de censura que garantiza a muchos una peligrosa impunidad.
Desde el año 2000 en México se contabiliza un total de 118 periodistas muertos, 20 desaparecidos y 49 ataques denunciados. Representantes del país anfitrión reportaron con preocupación que un periodista mexicano es atacado cada 22 horas, dejándose constancia de que muchos más ataques no son reportados por temor a mayores represalias sobre las víctimas o sus familiares.
En Colombia, el número de periodistas asesinados supera el centenar al igual que en Brasil.
El gobierno de Venezuela, históricamente enfrentado con la prensa libre, silencia y prohíbe difundir su agresivo proceder contra los trabajadores de prensa, a quienes amedrenta, insulta y ataca públicamente de diversas formas, con detenciones arbitrarias, robo de equipos o intimidaciones con disparos y bombas molotov, incluso en sus domicilios particulares.
En un giro profundo muy acorde a los tiempos, la SIP designó nuevo presidente al representante de un medio digital: Matthew Sanders, de Deseret Digital Media, una red de colaboradores en 50 estados de EE.UU. En un tramo de su alocución, el flamante presidente se refirió al compromiso del nuevo gobierno argentino dispuesto a terminar con las discrecionalidades, los hostigamientos y la estigmatización a la prensa independiente, castigada hasta hace poco con una asignación sesgada de pauta oficial.
Felicitó también y destacó el clima de mejora, así como la importancia de haber recuperado prácticas tan valiosas como las conferencias de prensa y el debate político.
Es justo reconocer que la SIP, organismo gremial con más 1300 publicaciones asociadas, continúa siendo actor fundamental en las múltiples batallas libradas desde hace décadas en el campo de las libertades.
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