"Hay historias que nos entristecen y nos llenan de impotencia, todo por culpa de la pobreza, el hambre y la guerra que se vive en ciertos lugares del mundo. Esta es la historia de una mujer somalí que huía de la hambruna. Se dirigía a Kenia junto a sus dos hijos, uno de 4 años y un bebé de 12 meses, para buscar un futuro menos terrible, pero el camino era largo y difícil. Debido al cansancio, al calor y a la sed, su hijo de 4 años cayó desmayado en medio del camino. La madre trató de darle agua, pero fue inútil, estaba inconsciente y no podía beber. Ella gritó por auxilio pero desafortunadamente nadie se detuvo a ayudarla.
En ese momento la mujer tuvo que tomar una terrible decisión, una que ningún padre o madre debería tomar jamás: “Finalmente, decidí dejarlo atrás, en el camino y al amparo de Dios“, confesó.
La agobiada madre siguió su camino hasta llegar a Dadaab, el mayor campo de refugiados del mundo, ubicado en Kenia. Ahí dijo: “en este momento vuelvo a experimentar el dolor de abandonar a mi hijo. Me despierto por las noches y pienso en él. Me siento aterrorizada cuando veo a un niño de su edad”
- ¿Cuáles son las consecuencias de esto?:
Tener que tomar la decisión de abandonar a un hijo es algo que marca de por vida a muchos padres que actualmente se encuentran huyendo de sus países de origen para buscar sobrevivir en otros lugares. El doctor John Kivelenge, experto en salud mental del Comité Internacional de Rescate en Dadaab, afirma que la mujer no tenía otra opción. “Es una reacción normal a una situación anormal. Ellos no pueden sentarse a esperar la muerte juntos“, explica. “Pero después de un mes, sufrirán un desorden por estrés post traumático, lo que significa que tendrán recuerdos y pesadillas”, finalizó.
- Como esta, hay más historias:
Faduma Sakow Abdullahi, es otra madre que se dirigía a Dadaab con cinco hijos, un bebé de brazos y cuatro niños de 2, 3, 4 y 5 años respectivamente. Ya les faltaba poco para llegar al campamento cuando se detuvieron a descansar. Al momento de volver a partir, la madre se dio cuenta de que los dos niños mayores yacían inconscientes.
No podía esperar más, tenía que seguir avanzando. Además, el agua se les estaba agotando y ya no sería suficiente para todos, así que decidió abandonar a sus hijos de 4 y 5 años. Fue algo verdaderamente difícil, pues ella caminaba y retrocedía, como no queriendo irse, pero finalmente decidió alejarse y seguir su camino.
Naciones Unidas informa que más de tres millones de personas se encuentran en riesgo de perder la vida mientras buscan un refugio. ¡Qué horrible! En verdad se siente una gran impotencia".
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Fuente: porquenosemeocurrioantes.com