El cáncer contagioso podría ser más frecuente de lo que se creía, según afirman los científicos que acaban de descubrir una segunda variedad de esa enfermedad en los demonios de Tasmania, marsupiales carnívoros que habitan la isla situada al sur de Australia.
Los cánceres transmisibles ―es decir, que son pasados de un individuo a otro mediante la transferencia de células cancerosas― han sido altamente raros en la naturaleza.
Una de las pocas formas de este tipo de cáncer causa tumores faciales en los demonios de Tasmania y ha diezmado su población desde 1996, cuando fue descubierta, amenazando a esta especie en peligro de extinción.
Hasta el momento solamente había sido descubierta una forma de cáncer transmisible: en perros y en moluscos marinos. Pero los investigadores de la Universidad de Tasmania y la Universidad de Cambridge han descubierto una segunda variedad en los demonios de Tasmania.
“Hasta ahora ha sido detectado en ocho demonios de Tasmania en el sudeste de la isla”, afirmó Ruth Pye, una de los autoras del estudio publicado en la revista PNAS.
Esta enfermedad, que desfigura y ahoga a la víctima en pocos meses, ha causado una situación tan desesperante que todos los esfuerzos se concentran ahora en la cría en cautiverio.
El demonio de Tasmania (‘Sarcophilus harrisii’) tiene el tamaño de un perro pequeño, aproximadamente de 50 centímetros de largo y 10 kilos de peso como máximo, pero sus hábitos son agresivos, por eso los primeros europeos que llegaron a la isla le pusieron ‘demonio’ como nombre.
Actualmente solamente sobreviven en Tasmania, una pequeña y lluviosa isla situada al sudeste de la gran masa de tierra australiana.
Fuente: diarioecologia.com