10 mayo 2024
- Como todas mañanas ahí estaba, esperándome.
- Mi saludo fue más lloroso que el de otros días. Mi amigo A.M.L. ya no volverá por aquí (le dije).
- Te equivocas, Enrique, él vive conmigo para siempre (me dijo).
- Y ahí se quedó, haciendo llegar sus olas cada vez más cerca de mis pies, desafiante.
Fuente: blogger4deenrique.blogspot.com