os hemos dejado convertir en balas cárnicas para cañones metálicos, utilizados en rituales para guerras suicidas injustificadas y por montones, porque nos han convencido que siendo masas, tejidos y huesos somos el material ideal para participar entre sistemas disuasorios, pues somos seres persuasibles, porque estamos dispuestos a entregarnos fácil con tal de canjear nuestras vidas orgánicas, atómicas y energéticas por simples celulares de ultima gama, como si fuéramos prolegómenos de programaciones financieras de sandeces insensatas e innecesarias.