Con gran alegría, los políticos de la coalición, parlamentarios de la Nueva Mayoría, Miles Chile, organización pro aborto, Feministas Radicales de Chile, Mujeres DC, entre otros, celebraron la aprobación del Proyecto de Despenalización del Aborto ante la Cámara de Diputados, con lo cual el trámite continuará en el Senado.
La pregunta inmediata es: ¿Qué celebran? Matar una vida humana, indefensa, un cigoto, embrión o feto, llámelo como quiera, un individuo de la especie humana, no es motivo de celebración, aplaudir y felicitarse entre ellos, sino causa de vergüenza nacional, frente a unos políticos que ceden al poder externo, a la presión intervencionista de la ONU, para que esta ley antinatalista y contra la mujer, se promulgue, conforme a sus fines a nivel mundial.
La segunda pregunta sería ¿Cuál es la importancia para estos organismos internacionales de que en Chile se apruebe una ley de aborto? Nuestro país, estratégicamente, por su ubicación geográfica, es la puerta de entrada a sistemas ideológicos, donde, entre otras materias, se pretende “deconstruir” gradualmente los valores respecto de la familia, el matrimonio, lo que incluye el adoctrinamiento de los niños, el aborto a libre demanda, etc. Desde Chile es fácil lograr una expansión doctrinaria de la ideología de género. Prueba de ello son los proyectos de ley, adicionales al de aborto, de Identidad de Género y Ley de Garantías de la niñez.
La tercera pregunta es ¿Por qué el Gobierno está tan apurado en legislar sobre el aborto? El compromiso adquirido por el Gobierno frente a la Organización de Naciones Unidas, en orden a despenalizar el aborto, como primer paso, para dar lugar, posteriormente, al aborto libre (tal como leemos en El Mercurio (19 de marzo 2016) , en palabras de la Ministra de Salud, Carmen Castillo: "No queremos avanzar “en este momento” hacia un aborto libre, estimamos que todo lo que en este momento está escrito en este proyecto de ley da fuerza a lo que hemos establecido") como sucedió en España, ha significado una fuerte presión hacia la Presidente Michelle Bachelet. Poco importa si la ciudadanía está a favor o en contra de dicha ley. Por cierto, la sociedad ignora el fondo de la materia, porque de eso se han encargado los organismos proaborto en Chile: desinformar, usando un lenguaje lleno de engaños, excusándose en pseudos derechos vulnerados de la mujer, aduciendo que Chile viola sus Derechos Humanos al no permitir el aborto. Cosa rara ¿En qué norma jurídica fundamental, Tratado Internacional o Convención, se garantiza como Derecho Humano el aborto?
Es dable señalar que para que el Proyecto de Ley en cuestión pueda ser promulgado, previamente se debe realizar una reforma constitucional, pues éste choca con uno de los derechos fundamentales: el del artículo 19 N°2 “La ley protege la vida del que está por nacer”. No existe norma jurídica de mayor rango que las contenidas en nuestra Constitución Política que pueda contravenir lo dispuesto en ella, salvo modificación a la misma.
Finalmente cabe preguntar ¿Es motivo de celebración el que la mayoría de los parlamentarios de la Democracia Cristiana hayan vulnerado los propios principios y acuerdos de su partido, consignados en “Acuerdos del V Congreso Ideológico y Programático Democracia Cristiana”, en su numeral 4, respecto del Derecho a la vida? Este señala: “Reconocemos la naturaleza espiritual y trascendente del ser humano, concebimos la vida como una identidad continua desde la fecundación hasta la muerte natural. La libertad e igualdad en dignidad y derechos con que nacen todos los seres humanos es compartida por los seres humanos que están por nacer. Por eso, defendemos su vida. El aborto es una atentado al derecho a la vida de cada ser humano”
Así mismo, violaron los puntos 5, que habla de la prevención del aborto; 6: “La defensa de la dignidad humana se expresa también en nuestra defensa irrestricta de los derechos humanos y la condena a la pena de muerte”, entre otros.
Con todo, merece la pena felicitar a militantes de la Democracia Cristiana, diputados Jorge Sabag, Marcelo Chávez e Iván Flores, quienes votaron en contra del proyecto en sus 3 causales, en clara señal de su autenticidad como militantes del partido, fieles a sus principios y a los Derechos Humanos, sin tergiversaciones.
Chile, al paso que va, vestirá de luto y día a día, si se llega a aprobar esta ley pro muerte, recordaremos que este país, que grita condenar las violaciones a los Derechos Humanos, se convertirá en uno de los tantos países que contribuye al mayor acto genocida: a la muerte de 56 millones de nonatos, sumaremos unos cuantos más.
Andrea Balbontín Nesvara
Investigadora DDHH y dignidad
Coordinadora de Estudios
Cultura de la Vida, Chile.
Twitter: @andre_balnes
@culturadelavida
Fuente: andreabalbontin-provida.es.tl
