El cuidado de personas mayores es sin duda alguna una actividad que demanda una formación completa y holística que abarque diferentes disciplinas y aspectos. No sólo es importante el contar con las herramientas pragmáticas para lidiar con las necesidades cotidianas de una persona que por su edad esté en cierta situación de dependencia o que precise cuidados especiales por padecer alguna demencia.
Sin embargo, de forma afortunada, hay cada vez más herramientas académicas, sociales y laborales para llevar adelante un cuidado humano, empático y sensible de una persona de la tercera edad. Entre las opciones existentes, está la que han tomado diversas residencias especializadas en el cuidado de personas mayores, de ofrecer actividades lúdicas y de aprendizaje variadas a sus residentes, como por ejemplo, talleres en que se relacionan con personas de otras edades (niños, adolescentes, jóvenes...), salidas a sitios turísticos adaptados, o talleres interesantes y amenos como algunos de danza, deporte, ejercicio, cocina, creación de arreglos florales, creación poética, etcétera. Todas estas actividades estimulan la activación física y cognitiva de las personas mayores, mejorando su estado de ánimo, haciendo más fácil la tarea de sus cuidadores de otorgarles un ambiente en que puedan tener una vida plena y llena de satisfacciones vitales.
Esta nueva forma de crear espacios enriquecedores para el cuidado de personal encuentra resonancia en las necesidades de personas de todo rango de edad. Las actividades que nutren todos los ámbitos de la vida de las personas son positivas porque desencadenan reacciones sociales que hacen mejor la vida de todos los miembros de una comunidad.
Fuente: www.sarquavitae.es