La polémica respecto de la vacuna contra el papiloma virus está tomando tintes que van más allá de la física. Un efecto adverso inesperado está convirtiendo a niñas comunes en seres de luz metafísicos, los cuales al alcanzar ese estado, en la mayoría de los casos están padeciendo cáncer fotónico.
Vacuna contra VPH convierte a personas en seres de luz metafísicos.
En la Universidad Mayor de Antípodas, se han realizado rigurosos estudios observando incontables videos de youtube, en los cuales se presenta irrefutable evidencia científica, muy seria, que no ha sido publicada en ninguna revista científica, pero que sí ha sido compartida por las redes sociales sin ninguna clase análisis ni filtro racional, ni siquiera ortográfico cientos de miles de veces, lo cual demuestra la veracidad de los casos. En su mayoría son niñas de alrededor de 10 años, quienes tras haber sido inoculadas contra el virus VPH, producto de una contaminación ADN extraterrestre utilizado como coadyuvante en conjunto con metales pesados como adamantium, está provocando que mute el cromosoma 12, activando la glándula pineal y elevando la conciencia a niveles de un súper saiyayín goto super saiyayín-kaio-ken similar a un sith, lo cual en conjunto con la radiación del Sol amarillo y el lado oscuro de La Fuerza, está produciendo un tipo de cáncer extremadamente peligroso como lo es el cáncer fotónico.
Hasta el momento no se conoce cura ni tratamiento contra este raro cáncer, pero se cree que la radiación de un sol rojo podría revertir los efectos o el consumo de altas dosis de Coacervados de Oparín mezclados con Tholins de Sagan y cebolla picada así como la paz interior.
Los padres de las menores afectadas desesperados, no saben qué hacer con sus hijas, puesto que al activar sus glándulas pineales el incremento de su C.I. supera por mucho los 75-78 de sus progenitores, haciendo que les sea imposible a éstos comprender los deseos y necesidades de sus niñas. Se han detectado niñas con C.I. de alrededor de 100 e incluso algunas superan los 105.
Se cree que son más de medio millón de niñas afectadas, pero se estima que el número de padres con coeficiente intelectual de entre 75 y 78 ha de ser el doble.
Actualmente se trabaja en una vacuna que no requiere de inyección y que va directamente de los ojos al cerebro. De momento el principal problema es hacer que la información en forma de caracteres alfanuméricos que entra por los ojos sea correctamente decodificada y comprendida por el cerebro de esos asustados padres, aunque también se trabaja en breves vídeos de youtube para facilitarles la comprensión.
