Cuando se te antoja alguna comida en particular, puede ser un indicador de que algo hace falta en tu dieta.
Chocolate, magnesio. Las mujeres deben de tener cuidado durante la menstruación, ya que los niveles de magnesio descienden. En vez de chocolate, procura comer frutas naturales, nueces o un suplemento de vitaminas/minerales.
Azúcares, carbohidratos simples, proteína, carbohidratos complejos. Una lección de ciencias rápida: los carbohidratos se convierten en azúcares. Ya que el azúcar se metaboliza rápidamente, no es una buena fuente de energía a largo plazo. La mejor fuente de energía incluye proteínas y carbohidratos completos, que son procesados mucho más lento. Algunos buenos ejemplos son el arroz integral o arroz de grano largo silvestre; pasta o panes hechos de harina integral. Se le conoce como “integral” porque incluye a "todo" el grano, en cuya parte exterior contiene el germen, la fibra y los nutrientes del grano. El arroz blanco (arroz de un minuto) y la harina blanca han sido despojados de esos nutrientes, dejando solamente el almidón de adentro (carbohidrato simple).
Comida frita, calcio, ácidos grasos omega 3. ¡Los ácidos grasos Omega 3 son grasas buenas! Procura comer más pescado o busca en tu tienda artículos como leche, huevos y queso que contienen estos aceites esenciales más calcio (deberá decir eso en la etiqueta).
Sal, hidratación, vitamina B y cloruro. Cuando tengas antojo de algo salado, procura tomar agua en su lugar. El estrés puede llevar a una deficiencia de vitamina B, así que si sientes malestar, tómate un segundo suplemento de vitamina B a lo largo del día.
Cuando vayas a la tienda, fuérzate a comprar sólo comida saludable. Evita el helado, comidas congeladas, pan blanco, dulces y tentempiés. Si haces esto se te hará cada vez más difícil comer el tipo equivocado de comida en tu casa.
eemplaza los rituales. No necesitas postre después de cenar. No necesitas dulces en el cine. No necesitas una dona con tu café. Para deshacerte de esos malos hábitos, lleva una alternativa saludable de antemano como una fruta. Puedes llevar fruta al cine inventando una pequeña mentira piadosa, explicando que eres diabético y que tu doctor lo recomendó, si es que alguien te pregunta. Ten una variedad de opciones saludables a tu alrededor, como una ensalada de vegetales crujiente que puedes acompañar con limón, vinagre o pimientos, varias frutas (recuerda que los cítricos pueden contener muchas calorías), manzanas, sandía, pasteles de arroz, pasas, dátiles y cualquier otro tentempié saludable.
Evita el aburrimiento. Mantente activo y ocupado, para que no pienses siempre sólo en comida. Hay muchas otras cosas que hacer en vez de comer.
¡Bebe mucha agua! La cantidad de agua recomendada al día NO incluye el agua que recibes de los alimentos o el café. Si sientes sed, significa que ya estás deshidratado y la deshidratación a menudo puede confundirse con el hambre. Ten a la mano una jarra de limonada, té de hierbas helado, o "Crystal Lite" a la mano si no te gusta el agua sola. Otro truco es tener un vaso y una jarra de agua siempre al alcance. Si está enfrente de ti, la beberás.
¡Prémiate! Permítete un premio pequeño de vez en cuando mientras estableces nuevos hábitos. Sólo recuerda que un dulce pequeño es sólo eso, ¡una probada pequeña! Una o dos galletas, no toda la bolsa. Si no cuentas con la disciplina al principio, compra una pequeña bolsa de dulces, para que sólo sea eso. Un "día de trampa" es un día en el que te permites a ti mismo comer un premio. ¡No significa que puedas hacer trampa todo el día!
Fuente: es.wikihow.com