o cotidiano son hechos mucho más esquivos de lo que aparentan ser, ya que están sustentados en una verdadera afrenta intelectual, promovida por interesados perversos en cuanto son sucesos huidizos de cualquier tipo de conciencia o razón, porque se basan en falacias que facilitan a los ciudadanos del común herramientas con las que luego se enfrentan, aún siendo vecinos o hermanos, transformándolos en extraños, manipulándolos como enemigos mortales, logrando cual objetivo central apropiarse de sus riquezas materiales, cotidianidad que se está actualmente experimentando en el Esequibo, en Palestina y en muchas otras partes de este globo terrenal.