19 noviembre 2022
- Un domingo debiera ser y para mí lo es, un día de reflexión, de enamorarse de la familia y especialmente de los descendientes más pequeños, pero hoy no ha podido ser.
- Me senté en mi rincón favorito y me propuse hacer uso de mi pequeña libreta donde guardo, citas, poemas y alguna nota confusamente venial que pueda ser útil y que casi siempre lo son. Abrí por una página del centro y encontré a Benedetti y su "cuando éramos niños":
Cuando éramos niños
los viejos tenían como treinta
un charco era un océano
la muerte lisa y llana
no existía.
- Pero no pude terminar de leerlo (tristeza), necesitaba extremar las sensaciones que me habían llevado hasta ese rincón de mi paradisíaco universo.
- Acordándome de ellos (de mis niños) y para no andar dibujando ángeles en sueños que aún no se han podido desvelar, escogí (como salida airosa) sentarme frente a mi videoteca musical y darle paso a una de mis joyas, que no por repetida, siempre consigue que mis ojos se vayan edulcorando con gotas de nostalgia, de cariño, de amor y de vida, cada vez que decido volver a darle al botón del play. Aquí la dejo: (arriba)
Fuente: etfreixes.blogspot.com