LONDRES.- Tras 77 años de sequía, un británico volvió a gritar campeón en Wimbledon. Es que Andy Murray aplastó al serbio Novak Djokovic por 6-4, 7-5 y 6-4 y logró la gran hazaña, que fue abraza por todo un estadio que vibró con cada punto del escocés.
Murray, que había perdido la final del año pasado ante Roger Federer, acumulaba 17 partidos sin derrotas sobre césped, aunque llegaba con una carga histórica sobre sus hombros: lograr lo que ningún compatriota había podido en casi ocho décadas. Pero, esta vez, nada le pesó. Hizo un juego casi perfecto y desdibujó al número 1 del mundo, que mostró síntomas de cansancio por el largo encuentro ante Juan Martín del Potro en semifinales.
El escocés se mostró decidido desde el inicio del partido. Un quiebre más que su rival le alcanzó para llevarse el primer parcial y así empezar la levantar la temperatura del court central, que fue iluminado por un sol veraniego que nunca se ocultó en las tres horas y nueve minutos que duró el encuentro.
El segundo set comenzó cuesta abajo para el escocés. Nole mostró su mejor pasaje de juego y se puso rápidamente 4-1. Sin embargo, Murray se recuperó y se lo llevó por 7-5, quedando a un set de la gran hazaña. El tercero, el consagratorio, fue cambiando de dominador, pero el nuevo camepón sacó una luz de ventaja sobre el final y, luego de desperdiciar tres match points, logró cerrarlo para gritar campeón.
El segundo grande de su carrera. Con este triunfo en Wimbledon, Murray levantó su segundo trofeo de Grand Slam. En 2012, y para sorpresa de muchos, se consagró campeón del US Open..
Fuente: canchallena.lanacion.com.ar