Resulta medio confuso que mientras los pro-vida establecen como fecha de origen del ser humano/persona el día 1 indubitadamente, los pro aborto tienen un amplio rango, sin consenso, ni aún biológico y mucho menos en la determinación de cuándo están frente a una “persona”, no sólo ser humano.
Algunos "pro elección" señalan que este salto casi automático estaría dado mediante la la constatación de las primeras ondas cerebrales; otros aseveran que es en el momento en que el cerebro ha adquirido un cierto desarrollo, etc. Este rango nos permite dilucidar cuan parcial resulta para ellos algo tan significativo.
Por otro lado, escuchamos a muchos pro vida hablar de los derechos del ser humano, sin señalar a qué derechos se refieren, generalizando aquellos individuales, que surgirían a partir del día 1. Sin embargo, esto no es razonable, pues existen derechos donde se exige una responsabilidad y conciencia, como es el de la libertad. No podemos pedir a un niño de tres años que tenga el mismo sentido consciente de su libertad que un adulto y es, en ese caso, comprensible la tutela ejercida por sus padres o un tercero responsable. De ello se deduce que la libertad se adquiere de modo progresivo. Por tanto, un embrión unicelular no puede tener todos los derechos individuales que se consignan de manera efectiva y sin embargo si posee el mayor derecho de todos: el derecho a la vida, auténtico derecho inherente
Éste es un derecho negativo, es decir, establece que ningún individuo de la especie humana puede ser privado de la vida por parte de otro.
El ser humano gestante tiene una naturaleza racional desde el día 1, que se va desarrollando con el tiempo, donde su capacidad es constante. Esta naturaleza racional está presente a partir del cigoto unicelular, embrión, niño, adulto y en la tercera edad. Por tanto, pensar que la titularidad del derecho a la vida depende de la contingencia, de la evolución, resulta una absurda incoherencia.
Según los pro abortistas, el derecho a la vida comienza cuando el ser humano tiene capacidad racional hecho acto, es decir, el ser humano tiene la posibilidad intelectiva de elegir, de pensar. Conforme a ello, evidentemente que el embrión, el feto, no tienen el derecho a la vida y puede ser abortado. Sin embargo, siguiendo esta lógica, los recién nacidos, los niños, las personas con capacidades distintas, los comatosos, los drogadictos, tampoco tienen este derecho fundamental. Luego, ¿podríamos aplicar eutanasia a las personas con discapacidades mentales o infanticidio a los menores o usar a las personas en estado vegetativo para experimentos científicos?
En palabras del filósofo consecuencialista Peter Singer: “Si el feto no tiene el mismo derecho a la vida que una persona, parece que un bebé recién nacido es de menor valor que la vida de un cerdo, un perro, o un chimpancé”
Resulta del todo evidente lo absurda de esta tesis, aún para un pro abortista sensato. Más aún, son ellos quienes determinan la categoría “persona” a partir del nacimiento y no conforme a la racionalidad o no racionalidad.
De este modo, resulta ilógico el argumento formal por sobre el sustancial. No distinguen entre capacidad y naturaleza. Es evidente que la capacidad racional es nula en el nasciturus, aun cuando se haya formado, en la octava semana de gestación, el cerebro o sistema nervioso. Sin embargo, la naturaleza racional siempre ha estado y es plena. No es menor considerar, además, que el cerebro se triplica entre el nacimiento y los 16 años de edad.
En síntesis, la racionalidad es lo que nos permite elegir de modo consciente, nos diferencia de otras especies y nos hacer acreedores de derechos. Esta racionalidad surge desde la fecundación, es decir, desde el día 1 la naturaleza racional existe. La capacidad de pensar se va desarrollando, es una propiedad sustancial que siempre estuvo y está presente. Por lo tanto el derecho a la vida no puede estar condicionado a una variable en desarrollo. De lo contrario situamos a muchos grupos de individuos en estado vulnerable frente a este derecho fundamental e inalienable.
Andrea Balbontín Nesvara
Investigadora y activista provida
Chile
Twitter @andre_balnes
Fuentes:
Dianne N. Irving, “When do human beings begin? “Scientific” facts and scientific facts” Dianne N. Irving, “Scientific and philosophical expertise: an evaluation of the arguments on ‘personhood’"
John Walker, “Abortion and the question of the person”
Science for unborn human life
http://www.sfuhl.org/k_appendix_1.htm
Robert Spaemann “Sobre el concepto de una naturaleza del hombre”
Matlary Janne Haaland. “Derechos humanos depredados, hacia una dictadura del relativismo”
Alfredo Marcos, “Filosofía de la naturaleza humana”
Alasdair Macintyre, After Virtue”
Albert Esplugas Boter, "El liberalismo contra el derecho al aborto: una argumentación liberal pro-vida "
Fuente: andreabalbontin-provida.es.tl
