WASHINGTON, Estados Unidos.- No hay cosa más dura y difícil de superar que la pérdida de un hijo. Aún más complicada es tomar la decisión de donar los órganos pensando en que otra vida puede ser salvada. Eso es lo que hizo una familia tras perder a su joven hijo de 21 años y ahora tienen la sensación de que vive en el cuerpo de otra persona.
Matt Heisler era un estudiante en la Universidad de Dakota del Norte y falleció al incendiarse su casa, que se encontraba a las afueras del campus universitario. Hoy, sus padres Jared y Cheryl, y su hermana menor Casey, se emocionan por saber que ese corazón aún está vivo.
"Esto es increíble. El corazón que yo sentí crecer y tuve entre mis brazos aún está ahí afuera, en alguna parte”, expresó el padre del joven al poder escuchar los latidos por medio del pecho de Tom Meeks, ahora “dueño” de aquel órgano de Matt.
Las dos familias ya se encontraron en una oportunidad, y fue emocionante. Más aún cuando Meek afirmó: “Esa mañana me desperté y le dije a Matt: ‘mamá y papá están llegando hoy’”. Ahora, los planes de ambos indican que en marzo volverán a verse, en ocasión de los controles
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