Una rubia de aspecto aristocrático mira televisión sentada en un sillón y acaricia a un niño africano que está recostado sobre su regazo. Lentamente, le va dando de comer en la boca.
En la segunda escena, el mismo niño le lleva el diario a la cama. En recompensa, le da un pedazo de pan. El video sigue de manera similar sustituyendo lo que podía ser un perro con un niño, para remarcar el mensaje: "El perro doméstico promedio come mejor que millones de niños. Ayuda a alimentar a un niño hambriento"
Las criticas llovieron porque es un niño negro el que recibe la comida y una blanca quien le da de comer.
¿Si fuera un niño blanco no hay racismo? ¿Hay hipocresía?
El comercial logra cumplir con su cometida que es hacer llegar un mensaje bien claro por una causa noble: ayudar a África. ¿Eso valida a este tipo de publicidad?