HOLOCAUSTO DE LAS IDEAS DEL SEÑOR DE LOS PINOS.
En los gorilazgos de los 70. En el 68. En que la presencia de la Sra. Elena Poniatwoska en el INEE me infundía tranquilidad. En los mágicos poemas revolucionarios de Gioconda Belli, de Mario Benedetti; en las canciones de Silvio Rodríguez y Amaury Pérez; en las canciones y poemas de Alberto Cortes y Facundo Cabral, de Pablo Milanés.
En Lucio Cabañas y Genaro Vázquez; en la tremenda voluntad de Frida Kalho; en la guerrilla urbana 23 de Septiembre y en la guerra de Marcos en Chiapas enmohecida y casi olvidada, en la expectativa de cambio que despertó en mi ser.
En las feministas de mediados del siglo pasado quemadas vivas en una fábrica en Norteamérica; en las masacres Cananea y de Río Blanco, en Tomochi; en la sureña cara morena de Emiliano Zapata (Gioconda masculino) en el Centauro del Norte Francisco Villa, con los suficientes arreos para enfrentarse a nuestro poderoso-rico y abusivo vecino, el de arribita.
En Belisario Domínguez, vilmente asesinado; en la desesperación de Leona Vicario encerrada en su cuarto para que no pudiera avisarle a Hidalgo que habían sido descubiertos; en la increíble mujer que fue Carmen Serdán, en sus hermanos muertos en su propia casa; en las Adelitas anónimas.
En la humilde vestimenta de los revolucionarios de 1810, de 1910 y en Atenco; en las mujeres de Tijuana impunemente asesinadas; en cuántos maestros Patishtan estarán presos de la ineptitud y de la corrupción, en la angustia de las familias de los maestros golpeados, en los más de 40 millones de mexicanos viviendo en la pobreza (que me imagino caminando a los hornos hitlerianos con los granaderos federales empujándolos innecesariamente, están muy flacos y no tienen armas, los cascos (anteojeras) les impiden mirar claramente y del otro lado, la boca abierta de la clase en el poder, chupando y relamiéndose con sus huesos ( o lo que queda de ellos), en que mucho o poco de eso es la herencia-histórica-genética de los delincuentes españoles que Cristóbal Colón trajo en sus carabelas con todo y gonorrea-corrupción que aún nos sigue gobernando y ni Roberto Koch-cazador-de-microbios, si volviera a nacer acabaría con ellos y con ello.
En el derecho de pernada en la que los hacendados se infiltraban en la luna de miel de la boda de sus peones, misoginia transmitida; en los mil latigazos que el MÉXICO BÁRBARO daba a los indios seris y mayos en las haciendas henequeneras; en la resistencia de los MAYAS.
En las ganas de hacer una REVOLUCIÓN como la de MAHATMA GHANDI o la de Mandela; o escribir como Gramsci en sus cuadernos de la cárcel para abatir esta IMPOTENCIA que inmoviliza; en la falta de FE que invade el ambiente húmedo y silencioso; en la muerte de la esperanza que tendrá que renacer con la sonrisa de nuestros niños (hijos, nietos, sobrinos�ALUMNOS TODOS).
Y no podremos decirles que no pasa nada. ¡NO SE VALE DECIR QUE NO PASA NADA! PUES SERÍA ENSEÑARLES A NEGAR SU PERCEPCIÓN DE LAS COSAS Y EMPEZAR A CONFUNDIRLOS.
En todo lo que tendrán que aprender de ahora en adelante para darles las ARMAS que les permitan continuar con estos cambios que estamos viviendo. Con esta represión que revuelve el estómago y enciende. Qué enciende aún más ante el holocausto de las ideas que este gobierno nos pretende imponer.
Yo sólo quería dialogar, esperando ENSAYAR para la democracia. No quería entender, ya lo he leído claro, pero no es suficiente saber que la democracia sólo se refiere a una clase, a la clase en el poder que Usted Señor Presidente tan burdamente hoy representa.
No espero que me lea desde luego.
Alma Noris Garciaguirre Castillo.
