Si los ordenadores portátiles eran reyes en sus dominios, hoy en día, la irrupción de las tablets en el mercado ha cambiado totalmente las reglas del juego, especialmente cuando el avance de la tecnología nos permite hacer en estos dispositivos, todo lo que antes sólo podíamos lograr con un portátil. Para algunos, aún queda mucho camino por recorrer para las tablets, mientras otros defienden su uso por encima de los portátiles. ¿Qué ventajas nos ofrece uno u otro equipo? ¿Cuáles son las diferencias entre estos dos dispositivos? Aquí te ayudamos a decidirte.
EN EL BANDO ROJO: LOS PORTÁTILES
Los portátiles surgieron en la década de 1981, como alternativa a los ordenadores de escritorio tradicionales, ofreciendo mayor comodidad de uso, fácil transporte, y autonomía para operar por un tiempo determinado sin necesidad de estar conectadas a la red eléctrica.
Estos “ordenadores personales móviles”, pueden ofrecernos las mismas prestaciones de un ordenador de escritorio, y con el avance de la tecnología, hoy en día podemos contar con modelos ultra delgados, livianos, compactos y extremadamente fáciles de transportar, todo ello combinado con una gran potencia de procesamiento, y una alta resistencia al paso del tiempo.
Algunos usuarios, encuentran en los portátiles el equipo definitivo para sus tareas diarias, no sólo por la flexibilidad que nos ofrecen, sino porque permiten una mayor comodidad.
EN EL BANDO AZUL: LAS TABLETS
Ahora bien, si tomamos la facilidad de uso, la ligereza y la movilidad de un portátil, y lo multiplicamos por tres, tenemos entonces una tablet. Estos dispositivos móviles, surgidos hace algún tiempo, pero definitivamente potenciados por Apple a través de su primer iPad, cambiaron completamente el panorama de la tecnología, ofreciéndonos una solución excelente para nuestras actividades diarias, como por ejemplo, navegar por internet, visualizar una serie o una película, o incluso, para editar un documento o tomar una fotografía.
Evidentemente, las tablets aún no gozan del nivel de procesamiento que encontramos en un portátil, y este es quizás su punto más débil. Aunque muchas personas se sienten satisfechas con una tablet, más allá de leer noticias en la red o disfrutar de un videojuego, estos dispositivos no nos permiten ejecutar tareas más complejas.
Y EL GANADOR ES…
No existe un ganador definitivo. Sería como intentar comparar un microscopio con una lupa: cada uno cumple una función determinada. Mientras las tablets ofrecen una ligereza y una movilidad abrumadora, las portátiles nos permiten trabajar con softwares más avanzados, por lo que el criterio de selección más importante que debes tener en cuenta a la hora de decidirte por uno u otro dispositivo, no es otro que el de tus necesidades particulares.
¿Cuáles son las tareas que más realizas a diario? ¿Viajas mucho? ¿Trabajas con softwares de diseño? ¿Eres un programador? Cada una de estas preguntas te permitirá conocer qué es lo que realmente necesitas. Si tu trabajo te exige desplazarte constantemente, no encontrarás mejor copiloto para tus viajes que una tablet. Con ella, podrás navegar en internet fácilmente, acceder a libros y revistas, y hasta disfrutar de contenido multimedia, pero si eres un diseñador, o un investigador, necesitarás contar con una portátil a tu lado.
Además de todo lo anterior, también debes considerar el presupuesto con el que cuentas. Las tablets, evidentemente, son mucho más económicas que las portátiles, ya que carecen de un buen número de funciones o prestaciones presentes en estas últimas. De nada te sirve desembolsar un gran monto de dinero, si luego utilizarás tu equipo para navegar por internet, y trabajar con documentos.
Al mismo tiempo, ten en cuenta que, incluso las portátiles de gama baja puede resultar mucho más costosas que una tablet de gama media, por lo que conviene hacer un estudio de tus necesidades, y sobre todo, valorar las diferentes opciones de precios que te ofrece el mercado. Suerte.
Fuente: www.vanguardia.com.mx