Las altas temperaturas del verano fuerzan a prestar mayor atención a la higiene y conservación de los comestibles, puesto que a lo largo de esta temporada existe mayor peligro de contraer las llamadas enfermedades transmitidas por comestibles.
Estas enfermedades se desarrollan después de consumir comestibles o bien tomar agua que poseen contaminantes peligrosos para la salud, manifestándose en general con diarreas y/o vómitos unas horas o bien inclusive días tras la ingesta de exactamente los mismos. Las medidas principales que se deben adoptar son la adecuada conservación (sostener cadena de frío) y manipulación de los comestibles.
Ahora se especifican ciertas recomendaciones importantes:
Lavarse habitualmente las manos
Lavarse las manos con agua y jabón todas y cada una de las veces que sea preciso, singularmente ya antes de comer y de cocinar, tras ir al baño, manipular comestibles crudos (carnes y verduras), y al regresar de la calle.
Separar los comestibles crudos y los cocidos
Para eludir la polución cruzada no se deben recortar en exactamente la misma tabla y con exactamente los mismos cubiertos los comestibles crudos y los cocidos.
Consumir siempre y en todo momento agua bebible
Utilizar siempre y en todo momento agua bebible para el consumo y para lavar las frutas, verduras, aparejos de cocina y cubiertos. Si no se dispone de agua bebible, se debe tratar el agua añadiendo dos gotas de lavandina por litro y aguardando 1/2 hora ya antes de emplearla. Otra alternativa es hervirla por un lapso de tres minutos.
Cocinar bien los comestibles y refrigerarlos apropiadamente.
Cocinar totalmente los comestibles crudos, singularmente las carnes, pollo, huevos y pescado.
Preservar el alimento a temperaturas bien frías. Cuando los comestibles cocidos se enfrían a la temperatura entorno, los microbios comienzan a multiplicarse, y cuanto más tiempo pasa, mayor es el peligro. Si no hay heladera, lo mejor es preparar solo la cantidad que se marcha a consumir y no guardar sobras.
En el caso de tener que descongelar, hacerlo en la heladera y jamás regresar a congelar un comestible descongelado.
Un punto esencial a tener en consideración es la conservación de los comestibles a lo largo de los viajes o bien paseos. El traslado de exactamente los mismos debe hacerse en una conservadora portátil; asimismo han de estar protegidos del sol. Si esto no fuese posible, es recomendable decantarse por aquellos comestibles que aguantan mejor las condiciones de temperatura entorno como los envasados, frutas o bien deshidratados en lugar de lácteos, aderezos/salsas caseros, o bien emparedados
Los comestibles deben comprarse en lugares seguros (eludir los de incierta procedencia, los que se venden en puestos itinerantes, expuestos a elevadas temperaturas o bien sin las debidas etiquetas), y supervisar las datas de vencimiento. Y si te gusta tener una alimentación sana para tu salud y bienestar visita alimentos-para.com
Fuente: alimentos-para.com