Este médico ha devuelto la vista a 100 mil personas, en 5 minutos y casi gratis

 
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Cinco minutos de operación, 24 horas de reposo y tu vista volverá. Parece mentira, pero son las indicaciones que reciben todos los pacientes del oftalmólogo Sanduk Ruit (Katmandú, 1955) antes de ingresar a su pabellón.

Este médico ha devuelto la vista a 100 mil personas, en 5 minutos y casi gratis

Desembolsando el equivalente a $25 dólares por ojo, costos que suelen ser cubiertos por la ONG del propio Ruit, y en lo que demora una tanda comercial, ya están listos. Al día siguiente, les remueven las vendas y pueden volver a ver luego de, en algunos casos, décadas en la oscuridad.

A la fecha, son más de 100 mil personas con distintos grados de ceguera por cataratas las que han pasado bajo su cuidado, la mayoría de ellas de países en desarrollo donde tradicionalmente no existen soluciones económicas,

Ni sus propios pacientes pueden explicar muy bien cómo lo hace. El nombre del oftalmólogo es frecuentemente relacionado con magia, poderes sobrehumanos e, incluso, presencia divina. De ahí su apodo "El Dios de la vista". Pero hablar de divinidad le quitaría mérito al trabajo Ruit.

Los "milagros" que lleva a cabo cada día, y que incluso lo han llevado a operar en la hermética Corea del Norte, se deben a una técnica quirúrgica creada por él y pensada para zonas de pocos recursos. En la práctica se ha demostrado tan efectiva, rápida y económica que incluso el mundo desarrollado está comenzando a adoptarla.

La técnica Ruit-Hollows

La historia de Sanduk Ruit es también la de su colega y mentor australiano Fred Hollows. Ambos se conocieron en los '80s y coincidieron, además de su especialización médica, en el objetivo de brindar una solución económica para las cataratas en países en desarrollo.

Recordemos que las cataratas, enfermedad que se manifiesta en la progresiva opacidad del cristalino, es, según la OMS, la principal causa de ceguera en el mundo, pese a ser completamente operable.

En 1988, Ruit y Hollows junto a otros médicos, fundaron el programa Nepal Eye Australia, que buscaba reunir fondos para abrir una clínica en el país de origen de Ruit, donde se llevaría a cabo el primer paso de su objetivo. En 1994, después de mucho trabajo y la inesperada muerte de Hollows, Ruit logró abrir en Katmandú el Centro para la Visión Tilganga,

Allí Ruit desarrolló y simplificó una técnica inédita hasta entonces, que requería solo hacer una pequeña incisión para extraer el lente ocular, sin necesidad de sutura ni herramientas costosas. Se le conoce como "cirugía de cataratas de pequeña incisión" (SICS, por sus iniciales en inglés).

Inicialmente, al considerarse riesgosa, debió efectuarla durante meses de forma clandestina porque ¿qué tan efectiva puede ser una operación de $25 dólares y cinco minutos? Un estudio de 2007 comparó la técnica SICS con la de facoemulsificación, que es la estándar en países desarrollados, y para sorpresa de muchos críticos, concluía lo siguiente:

"Tanto la facoemulsificación como la SICS logran excelentes resultados con bajas tasas de complicación. La SICS es significativamente más rápida, menos cara y menos dependiente de tecnologías que la facoemulsificación".

Hoy el centro fundado por Ruit se conoce como Instituto Oftalmológico Tilganga y trata a 2.500 pacientes cada semana, exonerando de pago a aquellos que no puedan costearla.

Efectiva, rápida, económica y mundial

Dado los buenos resultados en Nepal, el siguiente paso para Ruit, recordando la misión que se habían impuesto junto a Hollows, es llevar esta técnica a más lugares. "Si podemos hacer esto en Nepal, se puede hacer en cualquier parte del mundo", comentaba recientemente el oftalmólogo para The New York Times.

Precisamente con este fin co-fundó la ONG Himalayan Cataract Project. Gracias a sus asociados, han creado sencillos pabellones móviles en India, Myanmar, Etiopia y Ghana, donde miles de personas, que normalmente no tendrían otro remedio que esperar a que la cataratas empeoren, pueden cambiar sus vidas en, literalmente, cinco minutos. A la fecha estiman en cerca de medio millón la cantidad de operaciones de cataratas efectuadas, siendo Ruit directamente responsable de unas 100 mil de ellas.

Quizá el caso más curioso sucedió en Corea del Norte, donde el oftalmólogo trató a 1.100 personas en apenas una semana. El documental "Dentro de Corea del Norte" de National Geographic, mostraba como los operados, luego de recuperar la vista, no daban gracias ni a Dios, ni al doctor, sino a su líder supremo Kim Jong-il.

El Instituto Oftalmológico Tilganga también se ha alzado como un centro de entrenamiento de renombre mundial, donde profesionales etíopes, ghaneses, indios y de otras nacionalidades pueden aprender sobre la cirugía ocular para luego ser parte de los pabellones de la ONG en sus países de origen.

Los obvios beneficios de la SICS tampoco han pasado desapercibidos para el mundo desarrollado. Actualmente varias universidades estadounidenses cuentan con programas de intercambio con la ONG para enviar o recibir doctores, y así compartir el know-how detrás de la técnica.

Parece mentira, pero a pesar de todas estas responsabilidades, el doctor Sanduk Ruit, aún se hace el tiempo para visitar el centro que hace 21 años fundó y operar a cientos de personas cada semana. Al "Dios de la vista" no es necesario rezarle para que aparezca.

¿Conoces otros procedimientos médicos pensados para países en desarrollo?

Fuente: www.eldefinido.cl
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