Uno de los personajes más repulsivos de la fauna anticubana, en este caso la asentada en el exterior y que vive del negocio de la contrarrevolución, es Karel Becerra.
Este sujeto en varias oportunidades ha sido denunciado por algunos de nuestros ilustres "disidentes", a veces como agente de la seguridad cubana o como un vulgar manipulador interesado en convertirse en "centro" de una gastada y desprestigiada oposición. Lo que sí es cierto es que el tipo vive sin trabajar, como la inmensa mayoría de nuestra oposición, financiada por los norteamericanos, los españoles, los alemanes, los checos y un gran etcétera.
Refiriéndome a sus ataques a algunos de los más "reconocidos" di$identes cubanos este señor llegó recientemente a criticar a José Daniel Ferrer, Rodiles, Yoani Sánchez y Berta Soler, cuatro de las "vacas sagradas" del mercenariato cubano. Para él (cosa curiosa, por primera vez coincidimos en algo, estos personajes son “son fuegos artificiales que deslumbran, pero duran poco y son muy caros”. Acaso no será muy caro él (habría que preguntárselo a quienes lo financian, a sus amigos de algunas de las más renombradas fundaciones alemanas, a las que tanto agradece él en privado).
Ah, hablando de dinero, a muchos nos intriga qué ha hecho Karel Becerra con el dinero que recibió para escribir un libro contra Cuba. Su actuación me recuerda a las de muchos en Miami que hacían colectas para financiar operaciones contra Cuba y después no habían operaciones y desaparecía el dinero. Con acciones como estas se costruyeron algunas de las riquezas existentes en el Miami de hoy. ¿Estará Karel Becerra tratando de construir de esta manera una riqueza personal? ¿Quiénes serán sus próximos estafados?
Para terminar, este farándulero de la opo$ición cubana, al conocer que estaba circulando un artículo en las redes sociales donde se denunciaba su interés de darle un golpe de Estado palaciego al viejo camaján dirigente del emporio personal de los Huber Matos, la casi inexistente Cuba Independiente y Democrática. Ojo, en el mundo animal en muchas ocasiones los lobos viejos (Huber Rogelio Matos) se comen a los lobeznos (Karel Becerra)
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