Una vez más nuestros hermanos de Uruguay nos dieron una lección de humildad, respeto por el otro y civismo institucional, una vez más debemos mirar hacia afuera para aprender aquellas cosas importantes que no supimos hacer aquí dentro.
Una vez más una parte del mundo nos da una lección de cómo debe comportarse una sociedad ante conmemoraciones que afectan al alma y a los corazones, una vez más, un país pequeño, nos da una paliza y nos muestra una humanidad que me avergüenza, sin piedras, sin gritos, sin piquetes, sin punteros, sin gremialistas y sin delincuentes.
Uruguay celebro su democracia a 50 años del golpe militar, y aquellos presidentes que pasaron por todos estos años , se unieron sin importar el color de su partido, solo faltaron dos que partieron a un cielo tan celeste y blanco como su bandera, ver esta imagen y escucharlos me da una envidia de la que no quiero salir, y veo con tristeza cuán lejos estamos de ver algo parecido en mi país, porque aquí es todo lo contrario y lo peor es que nadie quiere tomar nota , nadie quiere aprender ni copiar porque viven en su mundo, no precisamente el mismo que los ciudadanos, lo nuestro es patético y ya no quedan adjetivos para calificar a una clase dirigente llena de chantas, mentirosos y tramposos, políticos que hace 50 años que solo se rascan el trasero mientras deciden que ellos son los únicos con derechos, los únicos que podrán comer y dormir bien, los únicos con derecho a un techo, a viajar y hacer lo que seles plazca mientras ven las ultimas ruinas de un país que les dio la oportunidad, gracias a su riqueza, de ser una potencia mundial aquí los políticos no nos quieren a ninguno de nosotros, nos necesitan , esa es la diferencia…necesidad no es lo mismo que querer.
Seguir el ejemplo de aquellos que hacen las cosas bien fue lo que siempre nos inculcaron nuestros padres, la meritocracia es necesaria, no se puede construir un país si no hay gente que sirva dentro del mismo, Uruguay, a pesar de carecer de casi todo, lo sabe por eso hay esta empatía entre aquellos poderes que lo presidieron.
De que estaremos hechos los argentinos que continuamos mirando y babeándonos por ver cómo crecen nuestros vecinos, de que estaremos hecho los argentinos que hace 50 años que estamos dormidos.
Al ver esta imagen desde la ventana de al lado y mirar hacia dentro, siento lastima y unas ganas bárbaras de mandarlos a todos a la mierda.
J.C