omar la inmolación como el último recurso, aunque sea un acto de heroicidad extremo asumido por algunos, es toda una perversión de los sistemas facticos que dominan al mundo, porque aún utilizándola como máxima protesta los sordos que dirigen al planeta hacia la descomposición física y moral jamás voltearen sus ojos para mirar los objetivos perseguidos por los cuerpos de esos bonzos ardiendo por el intento de llamar la atención de una especie absolutamente desquiciada ante los modelos de existencias desvalorizadas frente al valor dado a una riqueza individual desproporcionada.