Seres con carácter palaciego sienten un placer inmenso al poder observar sentados desde mullidos tronos a través de sus ventanas el caos que ocasionan sus absurdas y egoístas decisiones, el resto de mortales simplemente ven absortos en medio de la dura realidad las consecuencias producidas tras sus pasivas posiciones, ¿existe acaso la posibilidad de que tanto unos como otros dejen de mirar y entonces pasen a la actividad, con actitudes reflexivas unos y reactivas los demás?, solo queda esperar que se tome conciencia de la importancia que tiene dejar de mirar, ver y observar sin siquiera cuestionar el reguero de muertos que quedan expuestos.