Luego de que en el Senado se dijera no a la ley del aborto, a aquellos que quieren abortar a sus hijos cambiaron de estrategia política y ahora pretenden decirnos cómo tenemos que educar a los nuestros. La Fundación Huésped, por ejemplo, que encabezó la campaña para legalizar el aborto en la Argentina y que fue financiada por una red de clínicas abortistas internacionales llamada Planned Parenthood, ahora que perdió la lucha por el aborto encabeza la lucha para adoctrinar a nuestros niños en ideología de género con la mal llamada Educación Sexual Integral, habiendo firmado un convenio de colaboración con el propio Estado Argentino. De esto y no de otra cosa se trata la llamada Educación Sexual Integral o ESI, que de educación tiene muy poco y de adoctrinamiento tiene mucho. En este vídeo te voy a comentar sobre esta cuestión a fondo.
El Poder Legislativo buscará reformar la ley de Educación Sexual Integral número 26.150 que esta desde 2006. Estos cambios terminarán de aniquilar la libertad educativa y subirán a todos los niños de Argentina a un adoctrinamiento uniformiza ante la reforma. En cuestión prevé entre otras cosas los siguientes puntos:
1) Eliminar el artículo quinto de la ley 26.150 que actualmente prevé el respeto por el ideario institucional y las convicciones de los miembros de las escuelas públicas de gestión privada. Esto nos dejará sin ninguna alternativa a ofrecer a los niños de no ser el adoctrinamiento que el estado pretende para ellos. Los padres por supuesto quedarán imposibilitados de enviar a sus hijos a ningún colegio que se enmarque en sus valores, idearios, convicciones, sencillamente porque el colegio podrá tener un ideario distinto. Desde el estado así la ESI se transforma en un instrumento estatizante de la sexualidad que, en nombre de la diversidad, no permitirá ninguna visión sobre la sexualidad diversa respecto de la del propio estado.
2) Se hará de la ley de Educación Sexual Integral una ley de orden público. Esto significa que ningún contrato privado podrá rehuir de los dictados estatales en esta materia.
3) La ESI se basará en la perspectiva de género. Es decir en una ideología particular sobre el género y la sexualidad que muy pocos argentinos comparten.
4) La ESI se dictará de forma transversal. Esto significa que la Educación Sexual Integral no será apenas una materia más sino que todas las materias, de una u otra forma, deberán contener ideología de género en sus temarios. Esto ya se está implementando actualmente. Ya hemos visto materiales vinculados, por ejemplo, a la matemática y a la geografía tal como lo puedes ver acá en pantalla (ver video) que enseñan sus contenidos conforme la ideología de género.
5) Este ministerio, el de educación, cada seis meses llevará adelante un exhaustivo control y elevará un informe al Congreso de la Nación detallando si el adoctrinamiento de los colegios se está cumpliendo o no. Es decir, el estado no se preocupara si tu hijo sabe leer, sabe escribir, sabe sumar o sabe restar. Se preocupará de si tu hijo está aprendiendo o, mejor dicho, está siendo bien adoctrinado en ideología de género.
Estas medidas violentan los derechos humanos de los padres de familia al educar a sus hijos conforme sus valores y sus convicciones. Derechos humanos que están protegidos por numerosos pactos internacionales que la Argentina tiene en rango constitucional.
Se hace sumamente necesario poder distinguir lo que es una verdadera educación sexual de lo que es un mero adoctrinamiento en ideología defendida. Para ello tenemos que comprender primeramente que la sexualidad humana es rica porque consta de varias dimensiones. Nuestra sexualidad tiene una dimensión biológica, una dimensión cultural y una dimensión moral. Una educación sexual seria, rigurosa, científica y sobre todas las cosas: respetuosa de los valores y convicciones de los demás, es aquella que educa en conocimiento biológico y se abstiene de moralizar a los niños en doctrinas particulares e ideológicas. Enseñarles a los niños la anatomía y la fisiología de la sexualidad humana, cómo prevenir enfermedades de transmisión sexual, cómo evitar embarazos no deseados, todo ello constituye efectivamente una buena educación sexual. Cosa muy distinta ocurre cuando lo que se impone es cómo valorar lo sexual, que pensar de lo sexual, qué creencias tener sobre ello. Porque ahí estamos abandonando el terreno de los científicos. Estamos ingresando en el terreno de una doctrina moral particular sobre la sexualidad. En otras palabras estamos abandonando la educación sexual para ingresar en el adoctrinamiento en ideología de género.
Cuando todo esto empezó a conocerse y a discutirse muchos pensaban que era una exageración o que era una especulación, pero todo esto ya es información pública y está publicada precisamente en los sitios oficiales del gobierno y en los más recientes manuales de Educación Sexual Integral. En el sitio oficial del Ministerio de Educación de la Nación se detalla, por ejemplo, en qué consiste el programa de Educación Sexual Integral para el nivel inicial. Es decir para que los más pequeños presten atención. En esta parte, la ESI, en los más pequeños apunta a desnaturalizar los modos socioculturales de ser niños y de bajar línea para generar, desde la infancia, modos de participación “más democráticos”. Es que ¿acaso los padres y madres de familia envían a sus niños a los colegios para que les desnaturaliza en la forma de ser? Y más grave todavía ¿cómo se logra esto? Bueno ya hemos visto, por ejemplo, en jardines de infantes de nuestro país como los niños los maquillan y los visten de niñas para que después relaten que se siente ser una nena.
Miremos ahora algunas de las guías y manuales de la ESI que actualmente se distribuyen y que ya se utilizan. La Guía de Orientación Educativa Diversidad de Géneros del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ni bien la abrimos ya vemos como brota por todos lados no Educación Sexual, sino adoctrinamiento en una moral específica sobre la sexualidad y el género. La guía establece una serie de objetivos, textualmente:
- No percibir la sexualidad sólo en formato de heterosexualidad
- Apreciar los múltiples matices en los que se manifiesta la sexualidad
- Valorar la diversidad como algo interesante bueno e importante a defender
Apreciar, valorar, bueno, interesante, estas palabras no corresponden a un discurso científico sobre nuestra sexualidad sino a una doctrina moral particular que es la de la ideología de género. Al imponer una doctrina moral particular lo que está ahí está haciendo es adoctrinamiento.
Otro ejemplo. Veamos ahora el manual Derechos Sexuales y Reproductivos. En la página 57 el manual explica qué significa una sociedad inclusiva y allí leemos lo siguiente: “es aprender a vivir en la diversidad y sentirnos parte de ella. Es desaprender el modelo binario”. Es decir, no vale sencillamente conocer que existen personas que pueden tener otras orientaciones sexuales, lo importante ahora es vivir en esa diversidad y que los niños se sientan parte de ella; lo importante además es que la escuela no los ayude a aprender sino a desaprender lo que la ideología de género llama “modelo binario”. ¿Y qué es el “modelo binario”? Pues lo que corresponde a la naturaleza sexual de un hombre y una mujer. El mismo manual ofrece una serie de actividades que los alumnos deben realizar. Por ejemplo la actividad titulada “El Género Opuesto”, que tiene una duración de 30 minutos, dice así: “Hacemos un ejercicio de cambio de identidad, nos ponemos un nombre, una edad y una orientación sexual diferente a la actual”. Es decir, si el niño se llama Juan, tiene 12 años y le gustan las chicas, durante media hora deberá fingir ser por ejemplo Marta, de 25 años, con atracción bisexual. O bien puede jugar a hacer Florencia, un transgénero de 40 años. Como quiera que sea así sigue el ejercicio: “Caminamos por el salón. Quien coordina el taller dirá unas frases. Cuando esa frase nos afecta nos congelamos. Compartimos sensaciones y reflexionamos sobre los prejuicios contra las personas LGTB”. Sólo un ingenuo puede pensar que esto es educación sexual. Esto es adoctrinamiento puro y duro. ¿Cuánto contribuirá este ejercicio a bajar el nivel de las enfermedades de transmisión sexual? ¿cuántos embarazos no deseados contribuirá a disminuir este ejercicio? ¿todavía no te diste cuenta que esto no es educación sexual sino adoctrinamiento?
Veamos entonces otro manual: “Orgullosamente Diferente” de la UEPC en Córdoba. Lo abrimos y de inmediato vemos ideología de género en la página 4 que nos dice así: “Tenemos que superar el debemos tolerar lo diferente y valorar positivamente la multiplicidad de formas en que las personas nos manifestamos, actuamos, pensamos y amamos.” Esto significa la tolerancia ha dejado de ser una virtud. Ahora la virtud consiste en adherir acríticamente a todo lo que se nos presente como diverso. Pero continuamos con la lectura: “Desnaturalizar lo que por natural tenemos instituido en nuestra propia estructura mental .y en la educativa como institución.” Vale decir: la Educación Sexual Integral debe reformar radicalmente la estructura mental de los niños y adolescentes desnaturalizando lo natural e imponiendo una doctrina moral ideológica. Como el anterior manual este también pide que se realicen algunas actividades. Por ejemplo la actividad número 2 pide que los alumnos discutan qué es la diversidad sexual y el objetivo principal que se propone es el siguiente: “Promover la deconstrucción de conceptos y prejuicios establecidos culturalmente a partir del sistema heteronormativo”. El sistema heteronormativo sería obviamente el sistema que supuestamente nos obliga a ser heterosexuales. Y esto es lo que a los niños y adolescentes ya se les empieza a enseñar. Que si son heterosexuales es simplemente porque un sistema heteronormativo, contra el que debemos combatir y al que debemos de deconstruir, los hizo ser heterosexuales.
Ahora bien esta actividad continúa con distintas cartillas que se reparten entre los alumnos. Dichas cartillas tienen frases supuestamente homofóbicas y el manual te enseña a responderlas. Por ejemplo ésta, en donde un supuesto homofóbico le pregunta a una pareja homosexual: “¿quién es la mujer/ hombre de la relación?”. El texto responde: “Esta pregunta no requiere tanta explicación. Simplemente cabe preguntarse: ¿por qué los heterosexuales sienten la necesidad de aplicar roles de género heteronormativos (que ya son arcaicos y cuestionados) a las relaciones homosexuales?” Esto equivale a decirle al joven que si vive su sexualidad conforme la heterosexualidad está viviendo de manera arcaica y cuestionada.
Si avanzamos algunas páginas nos encontraremos con la explicación la sigla LGTBIQ. Prestemos atención a la Q (Q-Queer): “Éste término incluye al resto de minorías que no se pueden incluir en las categorías anteriormente citadas”. Es decir: cualquier orientación sexual debe ser festejada. Festejamos, por ejemplo, a los pedófilos que tienen orientación sexual por los menores. ¿Festejamos a los ofídicos? ¿Festejamos a los incestuosos? ¿Festejamos a los necrofílicos? Según estos mismos manuales debemos festejar todo lo que sea diversidad. Y la diversidad ya no tiene límite alguno.
Los ejemplos abundan en todas partes, pero esta altura ya es más que evidente que la ESI no se trata de educar sexualmente a los jóvenes sino, de lo que se trata, es de cuestionar y de construir lo sexual.
Y esto por supuesto es una operación netamente político-ideológica, que descansa en esa organización que monopoliza el uso de la fuerza que llamamos: estados. No hay ideología de género sin estatismo, y la Educación Sexual Integral es tan solo el último intento del estado autoritario por limitar el derecho de las familias a tener sus propios valores y convicciones.
Es por ello que en Argentina ya ha nacido recientemente el movimiento Con Mis Hijos No Te Metas, que existe en varios países de américa latina y que nos recuerda que los niños no son propiedad de los políticos, y que los padres de familia se enfrentarán al estado si es necesario para seguir viviendo en una sociedad verdaderamente libre.
Es imperioso entender finalmente que el aborto fue tan solo un árbol en el marco de un bosque. Que ese bosque se llama ideología de género, y que esa ideología se hará obligatoria a través de la mal llamada Educación Sexual Integral. Se van a meter con los más chicos porque saben que con los adultos no la tienen tan fácil.
¿Vamos a permitir que el estado se meta en la cabeza de los niños?
