LA UTOPIA DE LOS DERECHOS HUMANOS.
El ser humano desde que principio su existencia se ha caracterizado principalmente por su capacidad conflictiva de convivir y de esta manera a dejado rastros catastróficos a lo largo de su paso por el mundo, hoy por hoy luego de enfrentar múltiples guerras con consecuencias de tamaños des proporcionados, nos debemos sentar a analizar cuál ha sido la evolución intelectual del hombre frente al conflicto y frente a mecanismos alternativos de solución de conflictos, deduciendo claramente que el ser humano a pesar de su evolución tecnológica y la creación de normatividades como los tratados internacionales sobre derechos humanos no ha podido dejar atrás aquellos antivalores que nos convierten en cavernícolas.
Con una breve mirada al mundo y a su historia damos por entendido que nos encontramos en la misma o aun peor sociedad que la Alemania nazi, nos encontramos ante las masacres más frías e indolentes de todos los tiempo, el racismo crece, las casas de pique se encuentran en nuestro país, los seres humanos seguimos siendo cada vez más oprimidos acosta de una economía de mercado que ratifica la existencia del esclavismo, la desigualdad crece al par en que las personas se mueren ante la fría mirada del inconsciente que lo mira y lo discrimina. Es aquí donde nos debemos preguntar ¿qué pasa con los derechos humanos? Si realizamos un breve análisis podemos deducir que estos derechos no son más que una mera positivización sin efectividad alguna. Por ejemplo la declaración universal de los derechos humanos solo es universal en cuanto sea aceptado por los países del mundo, dando lugar a que los países en el ejercicio de su soberanía no los ratifiquen y de esta manera no les aplique. Sin duda alguna existe un gran déficit de regulación y coerción de parte de los estados para obligar al mundo entero a obedecer estos derechos. Lastimosamente las guerras religiosas y los países inmersos en ellas han impedido la consolidación de estos derechos, mientras tanto van creciendo grupos que se especializan cada vez más en la masacre y la destrucción.
A medida que avanzamos se hace más notoria la degradación ética y moral de la cual hacemos parte, no podemos pretender que las organizaciones internacionales nos brinden una solución cuando son ellos los máximos beneficiados de la fabricación de armas a nivel mundial. Si analizamos otro tratado como la convención americana de derechos humanos que se realizó en san José de Costa Rica en 1969, encontramos en su artículo primero que los estados que hacen parte de la convención es decir quienes lo ratifican tienen la obligación de respetar esos derechos enunciados, lo que nos indica que cualquier país que no lo acate puede violar esos derechos y bajo ninguna circunstancia podrían intervenir la corte interamericana y comisión interamericana de derechos humanos que son órganos encargados de promover y proteger estos derechos dentro de los países que ratifiquen la convención.
Esto no es más que un breve balance de aquellos tratados internacionales que se hicieron con miras a fortalecer y proteger aquellos derechos a nivel mundial pero que sin duda alguna les falta algunos aspectos necesarios para fomentarlos y obligarlos en todo el mundo, convirtiéndose así en tratados meramente positivos que dependen de los demás países y de su economía para hacerlos efectivos. Es así la utopía de los derechos humanos, una ilusión que nos moviliza hacia el cambio.
