El 9 de Octubre del 2013 Barak Obama designó como Presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos a Janet Yellen, quien asumirá en reemplazo de Ben Bernanke cuando termine su mandato en enero. Por primera vez una mujer va a tomar el cargo más importante, poderoso y determinante de la economía mundial capitalista. "Los trabajadores estadunidenses y sus familias tendrán a un líder en Janet", dijo el mandatario estadunidense.
Al aceptar su nominación, Yellen dijo que "se necesita hacer más para consolidar la recuperación, particularmente por quienes fueron más afectados por la gran recesión". ¿Será Yellen una aliada de los trabajadores como dice Obama? Para la banca Morgan las cosas son un poco diferentes, "los mercados estarán cómodos con un rostro familiar" dijo Michael Feroli, economista jefe de JP Morgan Chase. La oligarquía financiera de Wall Street saludó la designación. E hizo más que eso.
Wall Street explotó de felicidad en las bolsas. Tras la designación el S&P 500 creció el 0,45 % hasta las 1.790,62 unidades, marcando el nivel más alto de la historia de Wall Street. La director gerente del Fondo Monetario Internacional Christine Lagarde dijo de Yellen: "es muy competente, es mi amiga, estoy encantada de que esté allí ...es super". El titular de la Comisión de Asuntos Bancarios del Senado, el demócrata Tim Johnson, se congratuló por la decisión de la Casa Blanca: "Saludo la decisión del presidente Obama de haber escogido a Yellen para convertirse en la primera mujer en servir como presidenta de la Reserva Federal".
Salvatajes for Ever
Janet Yellen de 67 años fue consejera económica de Bill Clinton, vicepresidenta de la Fed desde 2010 desde donde actuó apoyando e impulsando los salvatajes de Bernanke. Su designación fue un claro mensaje a Wall Street y los jefes del capitalismo mundial, cuya preocupación dominante era saber si los salvatajes seguirían o terminarían.
"La designación de Janet Yellen (...) será bien acogida por los mercados, merecidamente. Ello supone la continuación de la política de Bernanke", dijo David Kotok, presidente del consejo de inversiones Cumberland Advisors. La política de Ben Bernanke desde que comenzó la crisis en el año 2007, fue destinar billones de dólares a las Corporaciones Multinacionales, con distintas modalidades y formas. A veces disfrazados de préstamos a estados, o particulares, otras veces por ley, votado por el Congreso, etc.
Con diversos formatos, la inmoralidad de los salvatajes ha sido una constante de la política del G7, que la Reserva Federal de los EE.UU ha llevado adelante en forma constante. Ante la duda de si con la salida de Bernanke esto iba a cambiar, Janet Yellen presentó el 14 de noviembre ante en el Senado de EE.UU su propuesta económica, en la cual delineó una política de continuidad de salvatajes a corto y medio plazo, lo que desató la fiesta Wall Street y provocó el récord de las bolsas. Yellen espantó así los fantasmas que apuntaban a una inmediata retirada de los salvatajes, ante rumores que apuntaban a que llegarían al punto final en diciembre.
Unos 30 senadores demócratas y unos 240 economistas, entre ellos el premio Nobel de economía Joseph Stiglitz y economistas que fueron consejeros económicos del gobierno Clinton, como Alice Rivlin y Christina Romer, firmaron una carta abierta a Obama para apoyar a Yellen. Todo este clamor de designación de Yellen, muestra la grave preocupación del gobierno de EE.UU, los gobiernos del G7 y los jefes del capitalismo, quienes se aferran desesperadamente a una herramienta que apareció como una emergencia, y se ha convertido en política de estado.
"La Burbujas no Existen"
Los Salvatajes son una herramienta económica que apareció como una medida extrema, para apagar el incendio que se propagaba por el capitalismo. Pero se ha convertido en una medida permanente que agrava y agudiza las contradicciones del capitalismo. A la vez que se destinan vergonzosas sumas de dinero a las Corporaciones Multinacionales, se expropia salud, educación, salarios, trabajo y pensiones a las masas del mundo.
Pero los salvatajes no han resuelto ni uno de los problemas que aquejan al capitalismo. Por el contrario, en los 6 años que llevamos de crisis, se perdieron millones de puestos de trabajo. Se hundieron países, ramas de la economía, y regiones enteras fueron devastadas, mientras que el crecimiento de la economía mundial muestra índices casi nulos. A su vez, la crisis está tomando dimensiones de mayor gravedad.Quienes claman por la designación de Yellen, la propia Yellen, Obama, los jefes del G7 y de las Corporaciones Multinacionales pretenden ocultar esta realidad. Todos los desequilibrios de la economía mundial se agravan.
Y ante las advertencias, de formación de burbujas, sobreacumulación de capital en áreas de la economía que pueden provocar craks, o eventos altamente destructivos de fuerzas productivas, estos funcionarios actúan negándolas, cuando precisamente, la actual crisis comenzó con la explosión de la burbuja sub- prime. Cuando algunos de estos líderes son preguntados acerca de si los salvatajes no están provocando nuevas y más grandes burbujas, ellos responden: “No hay burbujas a la vista”. Así responde hoy Yellen, a quienes le reprochan que no haya sabido dar alerta sobre la burbuja inmobiliaria en una región que abarca California, Nevada y Arizona, estados que estuvieron en el centro del desastre de los préstamos de hipotecas sub- prime. Ella sabía bien lo que se venía.
Obama, los jefes del G7, de los países del G-20, de las Corporaciones Multinacionales, de los Bancos Centrales, de Wall Street, Ben Bernanke, y ahora Janet Yellen, son los que están a cargo de la economía mundial. Los responsables de todo lo que está ocurriendo. Y ahora, cuando deciden acelerar a fondo y huir hacia adelante, arrastran a miles de millones de trabajadores y a pueblos enteros a sufrir el derrotero de su aventura. La designación de Yellen es un paso adelante hacia el desastre, y a la vez, hacia los acontecimientos, inevitables que estremecerán la política y la economía mundial en los próximos años.
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Fuente: elfindelasmultinacio.wix.com
