¿Corriste a la tienda para ser la primera persona en comprar el nuevo móvil o la última tableta? O, por el contrario, estas situaciones ¿no te preocupan en lo más mínimo? Aunque suene increíble, la razón de que actúes de una u otra forma podría atribuirse a la primera letra de tu apellido. Al menos, es lo que sugiere un estudio.
Decisión condicionada
La inicial del apellido podría incidir a la hora de comprar, de acuerdo con un estudio realizado por los estadounidenses Kurt A. Carlson, de la Universidad de Georgetown, y Jacqueline M. Conard, de la Universidad de Belmont, publicado en 2011 en la revista Journal of Consumer Research.
La investigación consistió en una serie de experimentos, que demostraron que las personas cuyos apellidos comenzaban con las últimas letras del alfabeto (Z, X, Y…) eran las que más rápido respondían a una oferta de compra, reseña la revista española Muy Interesante.
La explicación
Este comportamiento tendría sus raíces en la infancia, especialmente en la etapa escolar, cuando los niños con iniciales de la R en adelante eran los últimos en la fila o para realizar ciertas actividades, explican Carlson y Conard en el periódico mexicano Zócalo. De algún modo, esto afectaría su psique y al crecer tendrían una reacción de respuesta más rápida a la hora de comprar, con el fin de evitar ser los últimos nuevamente.
Por otro lado, el estudio halló que a las personas cuyos apellidos empezaban con A, B o C –acostumbradas a ser las primeras–, no les preocupaba adquirir cosas después que otros.
Diversos experimentos
Para arribar a los resultados antes indicados, los investigadores realizaron los siguientes experimentos:
- Enviaron correos electrónicos a diversos sujetos con ofertas de boletos gratuitos para un partido de baloncesto. La tasa media de respuesta fue significativamente más rápida en el caso de los apellidos con iniciales de la R a la Z, en comparación con aquellos que comenzaban con las primeras letras del abecedario.
- Los voluntarios fueron atraídos para participar de un sorteo en el que podían obtener 500 dólares. Una vez más, aquellos cuyos apellidos iniciaban con las últimas letras del alfabeto reaccionaron más prontamente.
“Durante años, simplemente por su nombre, han recibido un trato injusto. Así que cuando se llega a ejercer un control, saber aprovechar la oportunidad se trata de una estrategia de supervivencia, y con el tiempo se convierte en una forma natural de responder”, concluye el profesor Carlson en Zócalo.
Tú, ¿piensas que esto se cumple?
Fuente: ar.mujer.yahoo.com