A modo de protección de los caballos, el municipio de la ciudad entrerriana de Paraná entregó motovehículos, a los recolectores que utilizan carros de tracción a sangre para circular por las calles.
En cuanto al destino de los animales la ciudad cuenta con un registro de cuidadores de caballos y a través de un proceso de evaluación son seleccionados los adoptantes idóneos para cuidar de los animales, que al ser liberados suelen necesitar de cuidados especiales para recuperarse de la mala alimentación y los maltratos a los cuales usualmente están expuestos.