Un grupo de jóvenes decidió hacerle la broma más cruel de su vida a un amigo. Lo doparon en una fiesta y se lo llevaron inconsciente a casa para luego 'acoplarle' una manguera y acostarlo 'ensangrentado' en una bañera, con un supuesto órgano sobre la tapa del inodoro, para hacerle creer que le habían extraído un riñón. Al despertar el muchacho se encontró con esa terrible escena justo cuando el supuesto doctor iba a aplicarle la inyección de turno.