En noviembre de 2008 un mensaje de texto de su compañía de telefonía móvil lo tentó a participar para ganar un lujoso Mini Cooper cero kilómetro. Entre la curiosidad y el deseo Miguel Gastaldi, un abogado rosarino, dedicó dos días a responder unas 300 preguntas con su teléfono. Eran sencillas, de interés general. A medida que pasaban las horas y las consultas eran contestadas con éxito la empresa Claro lo incentivaba con distintas consignas: “¿Te gusta el auto? Ya casi lo tenés”, “Qué color te gusta” o “¿Tenés carnet de conducir?”.
El concurso comenzó un viernes a la tarde y finalizó el domingo. Todas las preguntas y respuestas se cruzaron a través de mensajes de texto. Cuando Gastaldi se comunicó con la oficina de atención al cliente le informaron que había ganado el derecho a participar de un sorteo por el auto a través de Lotería nacional.
“En todo momento me daban alicientes que me hacían entrar y me iban haciendo consumir. No se habló nunca de participar en un sorteo.
Hablaban directamente de ganar un Mini Cooper respondiendo preguntas.
Eso es lo que me entusiasmó”, cuenta Gastaldi.
El profesional llevó su caso a la Justicia. Le ofrecieron reembolsar el dinero de la factura donde aparecían los cargos provocados por el concurso: de un promedio de $ 180 mensuales pasó ese mes a más de $ 2 mil. Rechazó esa oferta.
Seis años después la Justicia de Rosario condenó a la compañía a entregar el auto. Consideró que cometió “publicidad engañosa”. “Nos encontramos frente a un mecanismo de publicidad tendiente a engrosar las facturas de los usuarios ”, planteó el fallo del juez Civil y Comercial Hernán Carrillo.
La resolución hace lugar a la demanda por el reclamo del auto, que debe ser entregado en 15 días, pero no por daño moral y daño punitivo. Por en ese punto Gastaldi apeló la decisión, algo que cree que también hará la compañía.
El caso puede ser tomado como un aliciente para consumidores acostumbrados a luchar contra distinta clase de abusos. “Teniendo derechos podés llegar a la Justicia, pero la gente tiene miedo. Hay que consultar a un profesional o ir a Defensa del Consumidor.
Ojalá esto quede como un precedente ”, reflexionó Gastaldi.
“ Ahora los mensajes son distintos: te escriben ‘participá en el sorteo de un cero kilómetro’. Antes esa palabra no estaba”, insiste Gastaldi. El abogado maneja una 4x4, pero dice el premio será bienvenido. Y, a pesar del litigio, no cambió de compañía.
Fuente: www.clarin.com
