Seguro que has oído hablar del renting pero probablemente no tengas muy claro de qué se trata. A continuación te damos algunas claves para que entiendas en qué se basa este contrato de arrendamiento. Te explicamos también qué ventajas tienen este tipo de financiaciones sin endeudamiento para autónomos y para las pymes.
¿QUÉ ES EL RENTING?
El renting es sencillamente un tipo de contrato de alquiler. Dentro del renting se pueden englobar todo tipo de bienes muebles (desde locales hasta vehículos). Estos contratos tienen una duración mayor de un año en la gran mayoría de los casos. Son interesantes especialmente porque consisten en que se pacta una cuota. Esta cuota puede ser anual, por trimestre o por mes y es fija durante toda la duración del alquiler.
CARACTERÍSTICAS DEL RENTING
En primer lugar cabe reseñar que no es un tipo de arrendamiento que solamente puedan utilizar las empresas. Aunque es especialmente interesante para las PYMES y los autónomos, si lo desea, cualquier particular puede concertar un contrato de este tipo. Normalmente la empresa que ofrece el renting o que alquila compra el bien en cuestión si el autónomo, PYME o particular lo desea y no tiene stock de éste, para poder alquilárselo después. La propiedad del bien por tanto siempre es del arrendador.
Son interesantes porque las coberturas y las indemnizaciones siempre se fijan en las cláusulas del contrato. Se trata de contratos libres, aunque por supuesto siempre respetan tanto el Código de Comercio como el Código Civil. En los contratos de renting no existe la opción de compra y es por ello que es una ventaja o una opción interesante si el autónomo o PYME quiere arrendar cualquier bien mueble que pierda valor rápidamente con el paso del tiempo.
VENTAJAS DE ELEGIR EL RENTING
Así, seleccionar el renting como tipo de arrendamiento es una opción muy interesante para que las pequeñas y medianas empresas y los autónomos puedan utilizar algunos bienes que no pueden adquirir porque suponen un desembolso demasiado grande para sus presupuestos. También se trata de una gran opción para todas aquellas empresas y autónomos que quieren tener cubiertos todos los servicios adicionales cuando utilicen el bien sin tener que pagar un gran costo por ello.
Este tipo de contratos son una gran opción para vehículos de empresa, para todo tipo de maquinarias y muebles y también en muchos casos para equipos informáticos con un coste elevado que se devalúan muy rápidamente. Si miramos el plano empresarial estos contratos son interesantes porque así las empresas y pymes pueden contar con un inmovilizado sin adeudarse ni bajar posiciones de tesorería para su adquisición.
También es interesante porque este tipo de contratos no están sujetos a ningún tipo de fluctuación en los tipos de interés, ya que la empresa o autónomo no tiene una carga financiera que le pertenezca. Además se pueden deducir si la afectación de estos bienes es del 100% dentro de la cotidianidad de la actividad de la empresa o autónomo. Por contra, a la hora de formalizar este tipo de contratos se debe tener especial cuidado en que los arrendatarios no admitan un contrato que dure más de lo que va a durar el bien material.
En conclusión, se trata de una buena forma de poder disponer durante un tiempo determinado previamente establecido en el contrato de arrendamiento de algunos bienes que de otra manera serían imposible de adquirir por las pequeñas y medianas empresas o por los autónomos, pero siempre será interesante revisar todas las opciones posibles para terminar seleccionando la mejor para cada empresa, autónomo o particular.
Fuente: elcosmonauta.es
