Jonas, el tigre, camina como si fuera un pequeño gato, acurrucándose con las personas, oliendo lo que comen, hasta siendo regañado por morder el sillón. El video es increíble y en estos días se hizo conocido.
Ocurrió en el 2008. El tigre tenía un estricto régimen de alimentación, por lo que los cuidadores del zoológico debían llevarlo hasta sus casa para seguir con la comida en su horario adecuado. Un singular y extraño proceso para los trabajadores que tuvieron por 6 meses a Jonas en sus salas.
Fuente: www.cnnchile.com