La obra estrenada en el Centro Cultural San Martín es al mismo tiempo el reflejo de la sociedad de los años ’60 y la historia de una mujer que vivió en un suburbio de la provincia de Buenos Aires.
La obra se centra en el personaje de Estela, una mujer que vive junto a una fábrica de aceite donde trabaja su padre junto a la General Paz. Es joven (en el texto hay referencias de que se acerca a los 30 años), pero para el mandato social, reflejado sobre todo en su familia, ya debería tener la vida “resuelta”. Su destino, de hecho, ya está diseñado desde hace tiempo: trabaja desde hace una década en la misma empresa, que le permite ascender y creer que puede ser “alguien”, y está comprometida con Alfredo, su novio, con quien va a casarse. El problema es que esos planes no incluyen sus sueños, por lo que decide dejar todo y jugársela. Comienza por salir con Jorge, un hombre que la busca y del que se enamora inmediatamente pero que con el correr de la trama demostrará una complejidad que lo acerca a ser más de lo mismo. Durante la obra, Estela sufrirá una transformación que la hará pasar por varias etapas, algunas incluso sorpresivas para el público.