Un hombre oriundo de Wuhan, China, fingió su propia muerte para que su familia pueda cobrar una indemnización, pero cuando los planes parecían cumplirse a la perfección, el calor lo complicó todo.
El protagonista del insólito episodio es un vendedor de refrescos de apellido Han, quien resultó herido por policías en el marco de un violento operativo contra la venta ilegal
Tras la golpiza, el hombre simuló su fallecimiento con el objetivo de que su familia cobrara una suma de dinero.
Sin embargo, en pleno funeral, cuando lo trasladaban adentro de un ataúd, el hombre no pudo contener el calor que estaba sufriendo. Pues es esa región una de las más calurosas de China y en ese momento el termómetro superaba los 45 grados.
Finalmente, dos horas de transcurrido el falso velorio, ante unas 300 personas, el hombre salió raudamente del cajón, agobiado por el calor, y pidió una botella con agua. “No puedo más”, fueron sus únicas palabras, según informó la agencia Xinhua
Fuente: www.eldia.com.ar