Si eres de esos que cambian una buena ducha por un poco de colonia, tenemos una gran noticia para ti, saltarse la ducha un día o dos no es nada de lo que avergonzarse.
Lo cierto es que tener unos hábitos un poco flexibles respecto a la ducha puede ser realmente beneficioso para nosotros, a pesar de la extendida opinión que describe esta opción como sucia.
Descubre a continuación por qué deberías saltarte alguna ducha que otra a partir de ahora
Tu piel te lo agradecerá
Tu cuerpo produce muchos aceites naturales para mantener la piel sana e hidratada. Cuando te relajas bajo una ducha de agua caliente, el jabón y el champú eliminan estos preciados aceites de la piel, por no hablar de que el agua hirviendo deshidrata la piel y la deja seca.
Mejorarás tu sistema inmunológico
Una de las razones por las que nos duchamos es para eliminar los gérmenes y la suciedad de nuestro cuerpo, sin embargo, no es tan bueno como pensamos. Esta dudosa afirmación se debe a que no todos los gérmenes son perjudiciales, de la misma forma que algunas de las bacterias en nuestro sistema intestinal también son buenas para nuestro organismo.
Aunque si debemos prestar especial atención a la higiene de nuestras manos.
Tu pelo se encrespará menos
Nuestro pelo actúa como una especie de sombrero impermeable natural. Está diseñado para repeler el agua y mantener la cabeza seca y caliente el mayor tiempo posible durante una llovizna. Esta es la razón por la que nuestro cuero cabelludo genera tantos aceites, ya que nos ayuda a mantener nuestro pelo hidratado y fuerte.
Cuando lavamos el cabello con champú, eliminamos esos aceites que protegen a nuestro pelo, haciendo que nuestro cabello sea más frágil y se encrespe más fácilmente, especialmente cuando llueve..
Mejorarás la absorción de vitamina D
Cada vez que sale el sol nuestro cuerpo comienza a producir vitamina D en respuesta a la luz. La vitamina D es un nutriente vital para nosotros y no disponer de los niveles suficientes puede conducir a la depresión y el agotamiento, entre otras dolencias.
Debido a que la vitamina D se procesa en la parte más superficial de la piel, si nos duchamos todos los días podríamos eliminar los nutrientes que tanto necesita nuestro cuerpo antes de que tengamos la oportunidad de absorberlos.
Ahorrarás tiempo
Entre la ducha en sí y el secado, necesitarás unos quince o veinte minutos (suponiendo que no haya pelo largo de por medio) que podrías utilizar tomándote un café o leyendo el periódico.
Aquellas personas que se duchan por la noche podrían aprovechar ese tiempo para ganar unos minutos de sueño que el cuerpo sin duda agradecerá.
El planeta lo agradecerá
Solemos “desperdiciar” en torno a 65 litros de agua por una ducha de unos 8 minutos. Puesto que podríamos asegurar que todas las personas toman duchas mucho más largas, el consumo de agua que realizamos en simple baño es bastante desorbitado.
Eliminar un par de duchas semanales reducirá el impacto que tenemos sobre el planeta y conseguiremos que el agua no se convierta en un bien escaso a pasos agigantados.
Los “baños de gato” también funcionan
Si no te apetece darte una ducha pero sientes que apestas un poco, quizás te interese optar por un “baño exprés”. Puede ser tan fácil como lavarse las axilas, las partes íntimas, el cuello y los pies con ayuda de una toallita, jabón y un poco de agua.
En términos de higiene, es tan eficaz como una ducha completa además de ser una gran alternativa para evitar tener que ducharnos tres veces al día durante los el calurosos meses del verano.
Probablemente no estarás tan sucio como piensas
Por alguna razón se ha extendido el mito que asegura que si no nos duchamos, entonces, irremediablemente estaremos llenos de suciedad, pero la realidad es bien distinta. A menos que pases el día en un entorno realmente sucio o hayas sudado de forma considerable, en la mayoría de los casos no estarás tan sucio como para tener que ducharte.
